¿EXISTEN RAZONES PARA FESTEJAR EL NACIMIENTO DE JESUS UN 25 DE DICIEMBRE?

Ing. José Pinto

Tengamos presente siempre que lo importante de una celebración fijada por la Iglesia no es la fecha en sí misma, lo relevante es el acontecimiento que celebramos en esa fecha.  En el caso de las celebraciones tradicionales del nacimiento de Jesús,  estas comienzan entre la noche del 24 y la madrugada del 25 de  diciembre (Nochebuena y Navidad). Los enemigos de Jesús y de la Iglesia critican estas celebraciones y hay quienes quisieran desaparecerlas del mapa mundial de festividades. Quieren borrar a Jesús de cualquier manera sustituyéndolo en muchos lugares por la figura de Santa Claus1, prohibiendo además la celebración de su nacimiento en muchos colegios públicos de los Estados Unidos, obligando a muchos creyentes a hacer solo alusiones “neutras” a dichas fiestas para evitar ser penalizados. Hay quienes especulan que la celebración del nacimiento de Jesús debería fijarse en otras fechas alegando que el día 25 de diciembre no está mencionado en la Biblia, y que además era y es un tiempo muy frío y lluvioso en Jerusalén para relacionarlo con ese gran acontecimiento; pero aún dándoles la razón, ninguno puede sostener tampoco la precisión de las nuevas fechas por ellos sugeridas. Sin embargo, nosotros si tenemos varios argumentos para señalar que el nacimiento de Jesús fue cercano a ese amanecer del 25 de diciembre.  El argumento de que la verdadera razón para que la Iglesia decretara a través del papa Liberio la celebración del nacimiento de Jesús a partir el 25 de diciembre del año 354 d.C. para así opacar las fiestas romanas de Brumalia2, es totalmente falso, porque ya existían tradiciones judías de la celebración de los días 24 y 25 de Quislev3 relacionadas a la renovación del templo de Jerusalén,

1 Es un personaje inspirado en un obispo cristiano de origen griego llamado Nicolás, que vivió en el siglo IV en Anatolia, en los valles de Licia (en la actual Turquía). Era una de las personas más veneradas por los cristianos de la Edad Media, del que aún hoy se conservan sus reliquias en la basílica de San Nicolás, Bari, Italia.

2 Fiesta que los romanos celebraban en honor al Sol Invictus,  a partir del siglo III de nuestra era – en tiempos del emperador Heliogábalo.

3 Mes noveno del calendario judío antiguo que corresponde a un período intermedio entre los meses de noviembre y diciembre del calendario gregoriano actual. Es uno de los meses más lluviosos del año en la Tierra de Israel.

anteriores a  la celebración romana del “invencible dios sol”, y que apuntaron hacia la fecha escogida por la Iglesia para celebrar el nacimiento de Jesús.

Unos 520 años antes del nacimiento de nuestro Señor, durante el tiempo del profeta Ageo, después del retorno del exilio babilónico, el 24 del mes de Quislev (Ageo 2,18), se comenzó  la reconstrucción del templo de Jerusalén; este había sido profanado durante el exilio babilónico de los judíos y Palabra de YHWH había venido sobre el profeta  Ageo, el día 21 de ese mismo mes, para emplazarlo a limpiar el templo profanado. YHWH le prometía al pueblo judío bendiciones  a partir de ese día de la reconstrucción del templo (Ageo 2,18-19); de manera que a partir de ese momento, para los judíos, ese día fue muy importante para recordar y celebrar después de su retorno del exilio. El último verso del capítulo 2 de Ageo (verso 23) es clave, pues nos da la visión con sentido mesiánico del mensaje de YHWH al profeta Ageo. YHWH le señala a Ageo que le dará un título distintivamente mesiánico a Zorobabel: “Siervo mío, esclavo mío [en hebreo עָ֫בֶדcuya transliteración es ibed]” – Comparar con 2 Samuel 3,18; 1 Reyes 11,34; Isaías 42,1-9 y Ezequiel 37,24-25. Zorobabel era nieto de Joaquín (Ageo 1,1.12.14) quien hubiese sido heredero del trono de David de haberse restablecido su reinado en esa época. Así que Zorobabel  resulta ser un ancestro de Jesús y por eso aparece en el linaje de Cristo tanto por parte de José (Mateo 1,12), como por el lado de la Virgen María (Lucas 3,27). A través del mensaje dado a  Ageo, YHWH promete además hacer de Zorobabel  un anillo de sellar, dando así garantía de que su palabra era auténtica. 

Fue Zorobabel  justamente quien sentó las bases para la reconstrucción del segundo templo en Jerusalén. Hacer de Zorobabel como un anillo de sellar, de acuerdo a la Palabra de YHWH que vino sobre Ageo, era un símbolo de honor, autoridad, y poder, algo como un cetro de rey, utilizado para sellar cartas y decretos. Zorobabel, como el anillo de sellar de YHWH, representa entonces  la garantía de la permanencia de la casa de David mediante la reanudación de la línea mesiánica interrumpida por el Exilio babilónico. Zorobabel como figura mesiánica simboliza a Jesús el hijo de María Santísima quien restablecería el reinado eterno del trono de David. De manera que todo el libro de Ageo, referido a la reconstrucción del templo y el titulo que se le da a Zorobabel fija las bases de  una cosmovisión mesiánica que nos permite interpretar el mensaje dado a Ageo. Esta colocación de la piedra angular del templo, el 24 del mes de Quislev, para comenzar la reconstrucción del templo a partir de las ruinas de la profanación, tiene así un sentido claramente mesiánico – La puesta de la verdadera piedra angular que es Cristo (Hechos 4,11) sobre quien se

edifica el verdadero tabernáculo (Hebreos 8,1-2; 9,11). Zorobabel prefigurado como Cristo, el anillo de sellar de YHWH, reconstruyó el templo de Jerusalén y Jesús, “La Piedra viva”, construyó el edificio de su Iglesia con las “piedras vivas” que somos los cristianos (1 Pedro 2,4-5).  Luego, si la roca fundacional de la reconstrucción del templo judío fue colocada un 24 de Quislev y esta profecía de Ageo se refería al comienzo de las verdaderas bendiciones que sobrevendrían con el nacimiento de la Piedra Angular que era Cristo ¿por qué dudar de que esta fecha prefiguraba el tiempo del nacimiento de Jesús, la roca angular y fundamento del verdadero tabernáculo – 24 de diciembre?

Otra fecha de celebración del 25 de Quislev referida también a la restauración del templo de YHWH, la encontramos en el primer libro de Macabeos 4,52-59 y en el segundo libro 1,18; 10,5-8. En los relatos de estos libros de Macabeos vemos como Judas Macabeo junto a sus hermanos lucharon contra Antíoco IV Epífanes, rey de Siria, en el año 167 a.C. Ellos ordenaron a los sacerdotes que purificaran el santuario y echaran fuera el altar profanado por Antíoco. Tras su victoria, los Macabeos colocaron a Jonatán Macabeo como sumo sacerdote y en la madrugada del 25 de Quislev, fue nuevamente consagrado el templo de Jerusalén, su fachada fue adornada, se encendieron luces y fue grande la alegría en el pueblo (2 Macabeos 10,5-6). Este fue el origen de la fiesta de "Jánuca"4, donde también se acostumbraba darles regalos a los niños y cuya tradición se conserva hasta hoy entre los judíos.

Finalicemos con las palabras del padre Francesco María de la Santísima Trinidad: “Navidad no es tiempo, es ETERNIDAD en el movimiento, todo parece moverse, pero misteriosamente todo se ha detenido, Navidad es descanso, [YHWH] ha parado su ruta en mi tierra, para que mi tierra sea fecundada y se enrute hacia la eternidad, EL CIELO ha creado una ruta, un camino, una vida para nosotros”.

4 “La fiesta de las luminarias” - del 25 de Quislev al 2 de Tevet (o el 3 de Tevet, cuando Quislev cuenta con sólo 29 días), en la que se celebra la derrota de los sirios y la recuperación de la independencia judía a manos de los Macabeos, y la posterior purificación del Templo de Jerusalén de los íconos paganos, del que se recuerda el milagro del candelabro, que ardió por ocho días consecutivos con una exigua cantidad de aceite.