Porque creo en La Trinidad

 

 

Introducción

 

Un tema que ha causado los más grandes debates teológicos, y centro de controversias entre cristianos desde los comienzos hasta hoy en día, y no con esto quiero decir que yo su servidor sea mejor teólogo que los pasados, pues ni siquiera ostento el titulo, sino que simplemente repito lo que la Iglesia ya ha dicho, pero en tono apologético y mas apegado a nuestra comprensión.

 

El tema es delicado solo por el hecho de tratarse del Ser que nos dio la vida, delicado, solo por el hecho de tratarse del Ser que ha creado todo el universo. También porque al tratar sobre ese Ser Supremo no podemos cometer errores porque le ofenderíamos, y menos cometer errores a propósito porque de lo contrario caeríamos en nuestra propia condenación.

 

¿Cómo es Dios? es una pregunta que no vamos a resolver en este tema, porque Dios se escapa de toda la sabiduría que pudiéramos tener y de todos los libros de teología que pudieran escribirse en el mundo.

 

¿Comprender a Dios? tampoco es el propósito, y aunque fuera el propósito de este tema no lo lograríamos, pues nunca vamos a comprender a Dios, pero de lo que si estamos seguros, es de que Dios se nos ha revelado a través de los tiempos y en el final de los tiempos nos habló por medio de su Hijo Jesucristo (Hb 1,1-2) no para que lo entendiéramos plenamente, pues sería intrascendente para Dios que unos seres tan pequeños a su Grandeza llegáramos a conocerlo completamente, sino para que nos encontráramos nosotros mismos, y saber de quién hemos venido.

 

Casi todo en un testimonio de amor narrado en las escrituras, pues las escrituras son algo que da testimonio entre Dios y los hombres, no un mapa de Dios. La Biblia no es un recetario de doctrinas, tampoco una constitución teológica cristiana, sino una carta de amor entre el Creador y su creación.

 

Hoy nadie en absoluto duda que el Padre sea Dios, pero si hay dudas sobre la divinidad de Jesucristo y el Espíritu Santo. Ahí es donde entra la dificultad del tema pues todas las congregaciones que nos decimos cristianas creemos que el Padre es Dios sin dudarlo ni poquito, pero su Hijo, y su Espíritu causaron controversias en los primeros siglos, todo se definió y se apaciguó, pero poco después de la reforma protestante y con el surgimiento de las sectas protestantes, resurgieron las herejías que condenaron los primeros cristianos.

 

¿Jesús   es   Dios?

 

Desde los comienzos del cristianismo, a la gente conversa, después de entregársele el kerigma comenzaba su proceso de catequesis, y es de lo mas normal que llegara a crearse una búsqueda de la identidad de Jesús mas a su mentalidad según la cultura a la que pertenecía; si fueran judíos de tierra santa, judíos de la diáspora, o bien, paganos griegos o romanos.

 

El kerigma es el mensaje central de la evangelización, es decir, es el primer y principal mensaje de la buena nueva como lo hizo Pedro después del Pentecostés, el kerigma es como dar una noticia, y la catequesis es dar la explicación de todo lo ocurrido de la noticia.

 

Cada evangelista escribió para diferente tipo de cultura, aunque san Pablo no escribió evangelio, escribió sus epístolas a diferentes culturas, vemos en su doctrina una de las cristologías mas completas y fundamentales de todos los tiempos, inclusive, no podemos descartar por ningún motivo, que las cartas de Pablo iban con mucha intención apologética con motivo de las criticas que ya se comenzaban a recibir de los primeros herejes.

 

El evangelio de san Juan, uno de los más teológicos y espirituales, fue escrito para la asamblea de Éfeso, en Éfeso por ser de cultura griega es muy probable que ya hubiesen leído el evangelio de Lucas, el cual trae muy pocos asuntos sobre la divinidad de Jesús. El propósito de Lucas no era negar la divinidad del Cristo, sino más bien para dejar satisfechos a los griegos que buscaban al hombre perfecto, el cual se veía cumplido en Jesús. Es muy posible que Juan supiera de la poca argumentación que tenían los griegos sobre la divinidad de Cristo, que aunque no se les enseñaba herejías con respecto al “Hijo de Dios”, según su cultura era muy difícil aceptar a Jesús como Dios verdadero, puesto que Jesús había nacido como un hombre como nosotros; frágil y sensible. Es por eso que Juan comienza su evangelio diciendo literalmente:

 

Jn 1,1-14. En el principio era el Verbo, El Verbo estaba junto a Dios, y Dios era el Verbo. Este estaba con Dios en el principio, todo por él fue hecho, y no fue hecho nada sin él… y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros

 

Así se encuentran los códices mas antiguos del evangelio de Juan, en algunas “Biblias” con el propósito de negar la divinidad de Cristo, han traducido: El verbo era divino. El verbo venia de Dios O El verbo era un dios. Pero los códices que se encuentran en los museos nadie los puede cambiar, los cuales dicen: En arch hn o logos, kai o logos hn pros ton qeon, kai qeon hn o logos. En principio era (el) Verbo, y (el) verbo estaba (habitaba con) Dios, y Dios era (el) Verbo.

 

Este texto no deja duda alguna de la divinidad de Jesús, aquí deberíamos terminar el tema con la conclusión: Jesús es Dios verdadero hecho verdadero hombre. Pero hay textos poco entendibles en la biblia, pero no hay uno solo contradictorio que diga: Jesús no es Dios.

 

Cuando Juan dice después de afirmar que el Verbo es Dios, dice que el mismo Verbo se hizo carne, esto nos afirma si fuéramos de cultura griega que: Jesús siendo Dios, se encarnó (Col 2,9… En él reside la plenitud de la divinidad corporalmente…) y como todo hombre y se sujetó a las leyes limitadas de este mundo, nació, tuvo una infancia como la de cualquier otro niño, tuvo inquietudes de adolescente, y finalmente se dio a la tarea de cumplir lo que tendría que cumplir: Nuestra redención.

 

Jesús como hombre auténtico (Dios totalmente hecho carne como nosotros), tuvo que tomar decisiones como todo hombre normal, no pensemos que por su divinidad tendría que prefabricar sus asuntos como saber todo en trabajos de carpintería, o ir a tal o cual lado sabiendo lo que se iba a encontrar, tener las respuestas ya pensadas a las preguntas y difamaciones que le iban a hacer. Jesús siendo Dios lo sabe todo (Jn 21,17… Señor tu lo sabes todo…) (Jn 2,25) (Sal 94,11) (Jn 16,30), pero como verdadero hombre, también tuvo que aprender la carpintería que le enseñó José, su padre humano, inclusive tuvo que aceptar que hay cosas que le correspondían sólo al Padre (Mt 24,36), y él mientras es verdaderamente hombre tendría que estar sujeto a sus limitaciones físicas, emocionales, y racionales aun siendo Dios y Señor de todo. Pues lloró, sufrió, rió, gozó, se enojó, y tuvo tentaciones como cualquier hombre (Mt 4,1-11). Jesús pudo haberse equivocado en sus labores, y eso no quita nada de su condición divina. San Pablo argumenta que es en todo parecido a nosotros menos en el pecado (Hb 4,15).

 

 

No vallamos a pensar que porque Jesús progresó en ciencia y conciencia, tuvo un progresó en santidad, él es todo Santo desde su nacimiento virginal, y como verdadero Dios es todo Santo desde la eternidad.

 

No podemos decir que Jesús siendo verdadero Dios sepa todo desde su infancia cuando sabemos que temporalmente se sujetó a la carne humana, pues siendo Dios, quiso mostrarse como es Dios siendo el mas humilde de los hombres.

 

Fil 2,5-7… haya pues en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el que era como Dios, no se aferró a su condición divina, sino que se despojó a si mismo, tomó forma de siervo y se hizo semejante a los hombres…

 

Es por eso que Cristo Jesús, siendo Dios con el Padre, se rebajó en todo y se sometió al Padre, al Padre oraba, al Padre glorificaba, y a su voluntad se somete, es por eso que dijo que el Padre es mayor que él, pues como hombre tiene por fuerza la inferioridad con el cielo (Jn 14,28), de otra manera si fuera el mas auto exaltado de los hombres pensaríamos que Jesús no es Dios, pero a Jesús nunca lo vieron diciendo explícitamente: - Yo Soy su Dios, adórenme y pregúntenme, que yo lo sé todo. De ser así vuelvo a repetir: dudaríamos de la divinidad de Cristo.

 

La condición de Jesús aun en el cielo y en la tierra (1 Co 11,3), es la misma, el Padre es el origen de todo, del Padre nació Jesús como Hijo, y es claro que un Padre tiene autoridad y planeamientos sobre los Hijos aunque sean de la misma sustancia y poder, un padre es mayor que los hijos, pero los hijos son iguales a su padre en todo, tienen cinco dedos en cada mano, una cabeza, dos pies etc. así es como sucede con Jesús y su Padre, que en nada quita la autoridad del Padre a la igualdad divina de Cristo.

 

Jesús siempre se evitó auto gloriarse, nunca hizo nada para su propia gloria, sino que hizo todo para engrandecer al Padre, mostrándonos que era el Padre a quien debían adorar y dar gloria mientras él estuviera en el mundo (Jn 17,1-6) (Mc 12,28-29) de otra manera dudaríamos de la divinidad de Jesucristo, pues sería un Dios ensalzado que hablaría de si mismo cuando lo que quiere mostrar a los hombres es como vivir en humildad.

 

Aunque la gente adoraba a Jesús (Mt 2,11) (Mt 28,17) (Jn 9,38), no vemos un caso de adoración pedida por Jesús. La Biblia habla explícitamente de adoración a Jesús, la adoración es algo que se le debe solo a Dios, si Jesús no fuera Dios, todos los mencionados serían unos idólatras, el verbo escrito en griego, y que aparece en los códices mas antiguos del mundo es “proskyneo” (adorar) no honrar (1 Ped 2,17), pues es la misma palabra utilizada para la adoración del Padre (Jn 4,24). La Palabra proskyneo también tiene el significado de rendir homenaje, pero en algunas “Biblias” usan a conveniencia los dos significados, rendir homenaje para Cristo y adorar para el Padre, lo raro es que las escrituras griegas no hacen ninguna separación y sería mas positivo y cuidadoso que los apóstoles hubieran escrito honrar para cualquier homenaje a Jesucristo si hubiesen creído que Jesús no fuera Dios, por lo cual, es innegable que Jesucristo también debe ser adorado (Hb 1,6).

 

 

En muchos textos apócrifos que pretenden narrar la vida oculta de Jesús, narran absurdamente que Jesús cuando iba a tropezar, tenia a ángeles a su alrededor para que lo tomaran y no cayera. Aunque son evangelios muy piadosos, fueron el sustento de herejías como el docetismo que llegaba a negar la humanidad de Jesús, o sea que Jesús según ellos fue todo Dios y no hombre.

 

El propósito de Jesús al venir al mundo no es mostrar a un Dios nuevo y cambiado, sino revelar a Dios en lenguaje humano, Dios se hizo hombre para enseñar a los hombres a vivir como Dios (siempre Santo) es por eso que se sometió a condición humana, sin dejar de ser Dios. En todo parecido a nosotros menos en el pecado (Hb 4,15). Jesús es la encarnación de Dios (Ba 3,38), Dios se hizo carne para darse a amar mas, Dios quiso hacerse como nosotros para estar muy cerca de nosotros, sentir como nosotros, sufrir como nosotros sufrimos y enseñarnos a amar como él ama, a perdonar como él perdona, a tener misericordia como él es infinita misericordia.

 

Juan escribió su evangelio mas por necesidad que por cualquier otra cosa, la herejía Ebionita se comenzaba a propagar a finales del primer siglo, los Ebionitas fueron judíos que aceptaban a Jesús como el Mesías, pero negaban su parto virginal, y su divinidad. Por otro lado; la información que daba Juan en su evangelio no era algo nuevo para los griegos, sino una confirmación de su fe en Cristo, un respiro ante aquellas dudas que comenzaba a meter el pensamiento griego sobre un hombre perfecto, ya no solo quedaban adoctrinados en la fe hacia un hombre perfecto, sino en un “Hijo de Dios” e “Hijo del Hombre”. Es decir: verdadero Dios y verdadero Hombre.

 

Los Ebionitas eran judaizantes de la diáspora, muy posiblemente descendientes de los judaizantes contra los que se luchó doctrinalmente en los primeros años de la Iglesia, que querían guardar el sábado y toda la ley de Moisés.

 

El evangelio de Mateo nos narra la vida de Jesús orientado hacia la mentalidad Judía de Palestina, mientras que el evangelio de Marcos era orientado hacia la comunidad Judía de la diáspora, precisamente a los judíos de Roma. En estos evangelios no era necesario argumentar de manera explicita sobre la divinidad del Cristo puesto que los Judíos estudiosos del antiguo testamento sabían perfectamente quien era el Cristo que habría de venir.

 

Los judíos más ortodoxos y estudiosos de la ley, sabían que Dios tendría que hacerse presente algún día en este mundo, era una súplica Judía (Is 64,1). En el antiguo testamento notamos con facilidad la divinidad del Cristo, sobre todo en los profetas, los Judíos sabían que había un solo Dios, por tanto, a quien esperaban era a su Rey, Dios de Israel.

 

Is 42,8… Yo Jehová, este es mi nombre, a ningún otro daré mi gloria, ni a los dioses mi alabanza…

 

Es notable como el nuevo testamento confirma que Jesús tiene gloria de Dios.

 

Mt 16,27… Porque el hijo del hombre vendrá en la gloria de su Padre…

Mt 25,31-46… cuando el Hijo del hombre venga en su gloria

Mt 24,30… vendrá en las nubes con gran poder y gloria

Jn 1,14… y el Verbo se hizo carne… y vimos su gloria como el unigénito del Padre…

Jn 2,11… este principio de señales hizo Jesús… mostrando su gloria y sus discípulos creyeron en él…

Jn 8,54… si yo me glorifico a mi mismo nada soy; mi Padre es el que me glorifica, el que vosotros decís que es vuestro Dios…

Jn 17,5… glorifícame Padre… con la gloria que tuve contigo antes de que existiera el mundo…

Rm 11,36… porque ¿Quién entendió la mente del Señor? ¿O quien fue su consejero? ¿Quién le dio a él primero para que fuese recompensado? Porque de él, por él, y para él son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.

2 Co 4,6… la Gloria de Dios que está en la faz de Cristo…

 

¿Será que si Dios fuera sólo el Padre cambió de opinión y decidió darle gloria a un hombre que se llamaba Jesús? ¿O a un ángel que se llamaba Jesús como muchos piensan?[1] Está claro que Jesús es Dios, de lo contrario Dios habría mentido diciendo que a nadie dará su gloria. La gloria es solo de Dios, si Jesús tiene esta gloria ¿Qué más podríamos pensar que es Jesús? Siguiendo con el antiguo testamento notamos que después de Dios y antes de Dios no puede haber otro dios, o Dios.

 

Is 43,10…Yo soy Jehová… antes de mi no fue creado ningún dios, ni habrá otro después de mi…

 

Si Jesús fuera “un dios” como lo afirman los testigos de Jehová, estaríamos contradiciendo a la Biblia, Jesús no puede ser un dios creado, sino Dios como lo afirma Juan (Jn 1,1), Jesús es el mismo que está hablando en este texto de Isaías.

 

La creencia de que Jesús es un dios creado viene de los textos de Col 1,15 y Ap 3,14 donde se menciona a Jesús como el primogénito, y el principio de la creación de Dios. No puede entenderse literalmente que Jesús es el primogénito como el primero de muchos hijos creados iguales a Jesús pues Jesús también es llamado unigénito (Jn 1,14), primogénito es el consagrado, o sea que según el lenguaje Judío, Dios Padre consagró la creación a Jesús, y Jesús consagró la creación al Padre, el primogénito es el primer hijo que se consagraba a Dios sin importar que nacieran otros. San Pablo mismo es quien afirma que no fue creado, sino nacido del Padre Hb 1,5… en efecto ¿a cual de los ángeles dijo alguna vez: tú eres mi hijo, yo te he engendrado hoy? Imposible pensar que Jesús es un ángel superior, pues todos los ángeles, todos adoran a Jesús (Hb 1,6). Lo primero que Dios creó fueron los ángeles, si Jesús es el unigénito ¿podríamos pensar que no hay otro ángel aparte de Jesús? Entonces, si san Pablo dice que Jesús no es ángel, no puede ser una creación de Dios, sino nacido de Dios.

 

Is 43,11… Yo soy Jehová, y fuera de mí, no hay quien salve…

Is 35,4… Jehová vendrá y nos salvará…

 

¿Quién fue el que vino y nos salvó? ¿Alguien que se llamaba Jehová o Jesús? Está claro que Jesús es quien nos salvó.

 

Jn 4,42… pues nosotros hemos oído, y sabemos que verdaderamente éste es el Salvador del mundo…

Lc 2,11… que nos ha nacido hoy… un Salvador, que es Cristo Jesús

Ef 5,23… así como Cristo es la cabeza de la Iglesia, la cual es su cuerpo y él es su Salvador

Fil 3,20… nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo

Tit 2,13… mientras esperamos la gloriosa venida de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo.

Jud 25… el único y gran Dios, nuestro Salvador, sea gloria y majestad, imperio y poder por los siglos de los siglos. Amén.

 

Por lo tanto indiscutiblemente Jesús es el salvador, y la salvación viene sólo de Dios, entonces Dios fue el mismo que se entregó por nosotros, porque fuera de Dios no hay salvador. Si Jesús no fuera Dios, la salvación no viniera de Dios, sino de alguien a quien Dios mandó, entonces nuestro salvador sería indirectamente Dios, algo que es incongruente. Si Jesús no fuera Dios, nuestra salvación no le hubiera costado nada a Dios, y si no le costó nuestra salvación ¿Entonces para qué esperaría tantos años después de Adán y Eva para salvarnos? ¿Pensaríamos en un Dios que le gusta hacernos sufrir con ataduras al pecado?

 

Is 25,8-11. El Señor Dios destruirá la muerte para siempre, enjugará las lágrimas de todos los rostros y borrará de toda la tierra la afrenta de su pueblo. Así ha dicho el Señor: en aquel día se dirá: Aquí está nuestro Dios de quien esperábamos que nos salvara… pero Jehová se abajará su altivez

 

Dice san Pablo que Jesús es quien ha destruido la muerte (2 Tim 1,8-10). Y en esta profecía se confirma que Dios se tenía que rebajar de su condición divina y estar aquí entre los hombres, claramente es Jesucristo quien se rebajó de su condición según el mismo Pablo (Fil 2,5-7) por lo que notamos que Jesús es el Dios-Mesías que anuncia el profeta Isaías, un Dios humilde.

 

Is 44,6… así dice Jehová, Rey de Israel, y su Redentor Jehová de los ejércitos; Yo Soy el primero y el ultimo. Fuera de mí no hay Dios… (Is 49,7).

 

Es muy notable que Jesús tenga los mismos títulos del Jehová del antiguo testamento; Jesús es nombrado Rey de Israel por Natanael (Jn 1,49), Redentor por Pablo (Rm 3,24) (Ef 1,7) (Hb 9,12) (Col 1,14) y Alfa y Omega por Jesús mismo:

 

Ap 1,8… Yo Soy el Alfa y el Omega, eso dice el Señor Dios.

 

Si Jesús en su revelación concedida por el Padre (Ap 1,1), dice que él es el Alfa y el Omega, es una muestra de que es Dios, porque sólo Dios es nombrado el primero y el último (el Eterno).

 

Platicando con un testigo de Jehová, decía que Ap 1,8 es al Padre a quien se refiere, pero el principio del libro del Apocalipsis dice que es Jesucristo quien está revelándose con el consentimiento del Padre. Inclusive un versículo antes dice que vendrá entre las nubes y todo ojo lo verá, y es Jesús quien vendrá de entre las nubes, no el Padre (Hch 1,11), y es cuando continúa diciendo: yo soy el Alfa y el Omega. Inclusive en al final del libro lo sigue sosteniendo: Ap 22,12-13… Vengo pronto y mi galardón conmigo, para compensar a cada uno según sus obras, Yo Soy el Alfa y la Omega. ¿Quién mas podría ser? Indiscutiblemente es Jesús el primero y el último, este titulo va ligado con que Jesús es el principio de todas las cosas, y es el que al final va a juzgar a la creación (Mt 25,31-34).

 

Siguiendo con el antiguo testamento dice:

 

Is 45,11… Así dice Jehová, el Santo de Israel…

 

Aquí vemos otro titulo de Dios, pues él es llamado el Santo con justa razón, a los cristiano se nos llama “los santos” porque hemos sido santificados por la sangre de Cristo, pero llama la atención como a Jesús no solo le llaman Santo (Lc 1,35) sino el Santo de Dios por un demonio (Lc 4,34), un titulo mas grande que ser nombrado Santo de Israel.

 

Algo que demuestra muy fuerte la divinidad del Cristo, son las profecías de su nacimiento encontradas en Isaías:

 

Is 9,6… porque un niño nos ha nacido, hijo nos ha sido dado, y el principado sobre su hombro. Se llamará su nombre “admirable Consejero”, “Dios poderoso”, “Padre Eterno”, “Príncipe de Paz”.

Is 7,14… el Señor mismo va a daros una señal: Una virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrá por nombre “Dios con nosotros”…

 

Estos títulos claramente no son los nombres de Cristo sino lo que es el Cristo pues tendría que ser llamado Jesús (Yeshuah = Dios salva), y es nombrado Dios, Padre, Consejero y Príncipe.

 

Is 40,9-11… súbete al alto monte, alegre mensajero para Sión, clama con voz poderosa, alegre mensajero de Jerusalén, clama sin miedo. Di a las ciudades de Judá: Aquí está nuestro Dios, ahí viene el Señor Jehová con poder, y su brazo lo sojuzga todo…

 

Esta profecía, hablando de Juan el Bautista como el mensajero de Sión versículos atrás (Is 40,3) dice que Dios se va a hacer visible ante las tribus Israel para que lo vean, y el que se hizo presente se llama Jesús, por tanto Jesús es el Señor Jehová (Yahvé mejor dicho).

 

Ez 34,11-17. Así dice el Señor Jehová: aquí estoy yo. Yo mismo cuidaré de mi rebaño y velaré por él como un pastor vela por su rebaño cuando se encuentra en medio de sus ovejas dispersas… en cuanto a ti rebaño mío, voy a juzgar entre oveja y oveja, entre ovejas y machos cabríos… (Véase también Sal 95,7 comparado con Jn 10,4).

 

Esta profecía se cumple con lo dicho por Jesús: Mt 25,31-46… cuando el Hijo del hombre venga en su gloria… serán congregadas delante de él todas las naciones, y él separará a los unos de los otros, como el pastor separa a las ovejas de los machos cabrios…

 

Que más podemos decir cuando sabemos que Dios había dicho: Yo mismo cuidaré de mi rebaño, y: voy a juzgar entre oveja y oveja, entre ovejas y machos cabríos… Jesús es el mismo Yahvé (Jehová). Veamos también como el profeta Zacarías habla sobre la venida de Dios.

 

Zac 14,5… y vendrá Jehová mi Dios y todos sus santos con él…

 

Aquí solo nos vasta con comparar esta profecía con 1 Tes 3,13… en la venida de nuestro Señor Jesucristo con todos sus santos.

 

Ez 37,12-14… así dice el Señor Jehová: voy a abrir vuestras tumbas: os haré salir de vuestras tumbas pueblo mío, y los llevaré de nuevo al suelo de Israel. Sabréis que yo soy Jehová cuando abra vuestras tumbas y os haga salir de ellas, pueblo mío.

 

Jesús es quien hace salir de las tumbas a los muertos, cumpliéndose así, una profecía más que nos habla sobre la divinidad de Jesús:

 

Jn 11,1-45… Le dice Jesús: quita la piedra… dicho esto, gritó fuerte: ¡Lázaro, sal fuera!...

 

Es notable como san Pablo dice que es Cristo la nube que menciona el libro del Éxodo (1 Co 10,1-4) mientras que el libro del Éxodo menciona que era Dios quien estaba en la nube (Ex 13,21… Jehová iba delante de ellos, de día en una columna de nube para guiarlos por el camino…).

 

Inclusive en una profecía de Jeremías al mismo Cristo lo llama “Yahvé, Justicia nuestra” (Jr 23,5-6).

 

Viendo las escrituras del antiguo testamento cumplidas en Jesús, indiscutiblemente los judíos esperaban a su Dios. Lo que no esperaban era que Dios se hiciera presente en un hombre simple, pues ellos esperaban a un Ser milagroso, que resplandeciera de Luz, o que viniera glorioso rodeado de humo y olor a incienso, que sus pasos cimbraran el piso, con vestiduras blancas como las nubes, que fuera un ser poderoso a simple vista o bien, que tuviera por lo menos algún aspecto como los narrados en las escrituras antiguas. Pero Jesús vino a ser su decepción. Inclusive cuando él se autonombraba igual que en la zarza que vio Moisés, ellos se enojaban y querían matarlo, porque para ellos era una blasfemia que un hombre de carne y Hueso se autonombrara Yo Soy (Ex 3,6-22).

 

Jn 8,58… Jesús les dijo: antes de que Abraham fuera, Yo Soy. Tomaron entonces piedras para arrojárselas, pero Jesús se escondió y salió del templo…

 

También se autonombra Yo Soy seguido de una cualidad que sólo a Dios puede atribuírsele:

 

 

También podemos observar las siguientes citas:

 

Jn 18,6… cuando Jesús dijo: Yo Soy, retrocedieron y cayeron en tierra…

Hch 9,5… Yo Soy Jesús, a quien sigues…

 

¿No será mucha casualidad que los Judíos cayeron en Tierra al escuchar el Yo Soy de Jesús? Es un claro ejemplo de que habían quedado perplejos por oír lo mismo que Moisés oyó en la zarza ardiente.

 

¿No es este el hijo de José? (Lc 4,22) decían los Judíos, adentrándonos en la mentalidad del Judío que esperaba a su Mesías Dios, los judíos definitivamente no esperaban a alguien como los profetas, de lo contrario estos auto cuestionamientos serían absurdos pues los profetas son hombres, ellos esperaban al rey de los profetas, al Emmanuel (Dios con nosotros), que los libertara y que trajera la hegemonía sobre los pueblos paganos. Por lo tanto, Jesús era una farsa para ellos, porque veían a un simple hombre hijo de un carpintero, que trabajó y aprendió carpintería para tener que comer, aun anunciado por el profeta Isaías (Is 25,11) les costaba mucho trabajo creer en un Dios rebajado de su condición.

 

Jesús es la revelación total de Dios (Jn 14,7-10), él es la misma Imagen de Dios Padre a quien nadie ha visto (Jn 1,18) (Col 1,15), si Dios nunca hubiera pisado nuestra tierra, seguiríamos teniendo en estos momentos un Dios mental que se comunica por medio de profetas (Jesús es también un profeta) y por cartas (Las Escrituras), un Dios que no nos ama a tal grado de no darse a entender en términos humanos y hacernos saber que es lo que quiere de nosotros para que lo amemos a mayor grado.

 

Los judíos no dudaron de que el Mesías sea Dios, sino de que Dios sea Jesús, por la misma razón fue condenado, Los judíos no mataron a Jesús por haberlo considerado un profeta que hablaba de las cosas de Dios, no lo mataron por haberlo considerado un ángel, lo mataron por haberse puesto en el lugar de Dios.

 

Jn 5,18…por esto los judíos aun más intentaban matarlo: por que no solo quebrantaba el sábado,  sino que también decía que Dios era su Padre, haciéndose igual a Dios…

 

Su manera de comportamiento con respecto a la ley, era de lo mas blasfemo que podían oír los escribas y fariseos, pues solamente Dios tenía una autoridad así sobre las escrituras, después de Dios, no había otro mas grande que Moisés y Abraham, si había alguien mas grande que ellos, ese mismo tenia que ser Dios, de lo contrario, al ser considerado profeta falso o peor aun, ponerse en el lugar de Dios, iría a la muerte segura por lapidación. Para la mentalidad Judía, ni siquiera los ángeles de Dios pueden cambiar lo que Dios escribió con su dedo.

 

Jesús se decía a si mismo como el Hijo de Dios. Los judíos sabían que Dios habría de venir, pero no soportaron a un Dios que les diera una interpretación mas humana y divina de la ley, ellos decían: por buena obra no te apedreamos, sino por la blasfemia, por que siendo tú un hombre te haces Dios (Jn 10,33). Jesús les acababa de decir, que él y el Padre, son Uno (Jn 10,30) Esto suena también de lo más incoherente para aquellos hermanos separados que no creen en la divinidad de Cristo, o que Cristo es un dios más chiquito que el Padre.

 

Los judíos, siendo una raza soberbia religiosamente hablando (sobre todo en los tiempos de Jesús) por ser los únicos monoteístas del mundo, no podían (y no pueden) ni siquiera imaginarse crucificado al único Dios verdadero, eso era el peor escándalo para su religiosidad (Dt 21,23). Para los griegos (generalmente los paganos) era un bocado muy difícil de tragar, el solo hecho de predicársele un Dios sacrificado.

 

1 Co 1,18-23… nosotros predicamos a un Mesías crucificado, ciertamente para los judíos es escándalo, para los griegos locura…

 

Dice san Pablo que Jesús es el nombre sobre todo nombre (Fil 2,8-9), aquí ya no nos podemos hacer enredos con la pronunciación del nombre de Dios, pues Jesucristo es el nombre sobre todo nombre incluyendo el tetragrámaton YHWH (Fil 2,10) (Lc 24,47). También cuenta san Pablo que la predicación le fue encomendada por Dios (Tit 1,4), y es Jesús quien le encomienda la predicación, pues san Pablo se considera Apóstol (enviado) de Jesucristo, no apóstol del Padre.

 

Vemos que san Pablo y san Juan hablan de que Jesucristo es el Rey de reyes, y Señor de señores (1 Tim 6,15) (Ap 17,14), títulos que sólo Dios podría recibir (Dn 2,47) (Sal 10,16), pues Dios no deja de ser celoso y sería idolatría darle esos títulos a un hombre, o a un ángel.

 

Cuando san Pablo dice: creemos en un solo Dios, el Padre, en un solo Señor (1 Co 8,4-6), no es hacerse él mismo una contradicción, o querer negar la divinidad de Cristo, pues allí mismo se confirma a Cristo como Creador de todo y de nuestra existencia, recordamos que Dios y Señor con letras mayúsculas quiere decir lo mismo, pues nadie (religiosamente hablando) conocía a un Señor que no fuera Dios, La palabra Adonaí utilizada para Dios, fue transcrita al griego como Kyrios, que quiere decir, el Señor, utilizada para nombrar a Jesucristo. ¿Será que Pablo se estaría contradiciendo en el mismo texto al afirmar que Jesús no es Dios pero es Creador y por él llegamos a existir? Volviendo al antiguo testamento vemos que Yahvé no ocupó de nadie para crear todo.

 

Is 44,24… Yo, Jehová, extendí los cielos, yo asenté la tierra sin ayuda de nadie.

 

Entonces Jesús es Yahvé, pues si no fuera Dios, entonces se estaría contradiciendo el nuevo testamento cuando también Juan afirma que por Jesús fueron hechas todas las cosas (Jn 1,3) Jesús tendría que ser Dios, pues Dios no ocupó de nadie para crear las cosas.

 

El principio de la epístola a los Hebreos, no deja duda alguna de la divinidad de Cristo, es una epístola con mucho sentido apologético escrita por san Pablo a la asamblea de Jerusalén, donde frecuentaban los judaizantes (Hb 1,1-6), ellos sabían las escrituras muy bien, y la liturgia del templo, pero les costaba mucho trabajo creer en un Dios sacrificado en lugar de los corderos del templo de Jerusalén (Hb 10,10), san Pablo dice además en este texto que Jesús es imagen misma de su sustancia, la sustancia de Dios, es Dios, por ejemplo, un animal de una especie solo engendra animales de su misma especie, un humano solo engendra humanos, así mismo, Dios solo puede engendrar a Dios, no puede engendrar a otro dios porque entonces nuestra religión cristiana sería politeísta y adoraríamos a varios dioses lo cual es imposible, solo puede haber un Dios verdadero (Dt 6,4).

 

Una de las cualidades de Dios, es que es omnipresente, es decir, que está en todas partes, y Jesús se atribuye a si mismo esta cualidad divina (Mt 18,20… porque donde están dos o mas reunidos en mi nombre, ahí estoy yo en medio de ellos).

 

Es de notar lo que pasó con un endemoniado, Jesús le dijo: Vete a tu casa y cuenta cuan grandes cosas ha hecho Dios contigo, y el que era endemoniado se fue contando lo que Jesús había hecho con él. No creemos que el sanado haya desobedecido a Jesús, sino mas bien que sabía quien era Jesús; su Dios, el Hijo de Dios Altísimo (Lc 8,39).

 

Cuando se aparece Jesús resucitado, vemos que la exclamación de Tomas tampoco deja lugar a dudas: Jn 20,28… ¡Señor mío y Dios mío!

 

Pedro al comenzar su segunda epístola menciona a Jesús como Dios (2 Ped 1,1. Simón Pedro, siervo y apóstol de Jesucristo, a los que habéis alcanzado por la justicia de nuestro Dios y Salvador Jesucristo una fe igualmente preciosa que la nuestra…).

 

Pero lo más sostenible de la divinidad de Cristo es la contundente afirmación que él hace: El Padre y Yo somos una misma Cosa (Jn 10,30). Así sea. Jesús y el Padre son una misma Cosa, ¿Qué cosa es el Padre? El Padre es Dios, pero no podemos pensar en dos dioses, sino en uno solo, muchas congregaciones creen que nuestra creencia en la divinidad de Cristo e indudablemente del Padre, nos hace pensar en dos dioses que forman un solo Dios, pero no es así, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son un solo Dios Verdadero inalcanzable a nuestro intelecto.

 

¿El  Espíritu Santo es Dios?

 

Poco se habla de la divinidad del Espíritu Santo en la Biblia, y es de perfectos fundamentalistas afirmar que el Espíritu Santo no es Dios, por que la Biblia no lo dice explícitamente. Para encontrar la divinidad del Espíritu no hacen falta muchos versículos de la Biblia, sino usar el sentido común.

 

El Espíritu Santo para muchos es la fuerza activa de Dios, para nosotros es  Dios mismo, la tercera persona de la Trinidad, es decir, una fuerza personal, no impersonal.

 

Pedro habla de mentir al Espíritu Santo:

 

Hch 5,3-4… Ananías ¿Por qué te ha envalentonado Satanás a tratar con engaño al Espíritu Santo?... no has tratado con engaño a los hombres sino a Dios…

 

Notamos que una fuerza no se engaña, pues una fuerza activa no se puede tratar de engañar si no fuera una persona, además de que añade que es a Dios (el Espíritu Santo) a quien trató con engaño. El Espíritu Santo es persona, porque:

 

 

Para la mayoría de los negadores de la divinidad del Espíritu Santo les es suficiente señalar el texto del Pentecostés (Hch 1-4) donde dice que el Espíritu Santo se derrama, y se cuestionan o nos cuestionan: ¿Cómo pudiera ser una persona el espíritu santo si llenó a unos 120 discípulos a la misma vez? (Vivir para Siempre, 1982, Pág. 41, Publicación de los Testigos de Jehová).

 

Una pregunta que ellos creen que es imposible responder, la misma escritura la responde cuando afirma que Dios es Todopoderoso (Gn 17,1), y si el Espíritu Santo es Dios puede llenar a 120 y hasta miles de millones de personas al mismo tiempo. Mas bien la pregunta sería para ellos: ¿Por qué cuestionar el poder de Dios con nuestra limitada imaginación? No es que podamos pensar cualquier fábula sobre lo que pueda hacer Dios, pero si Dios es el Espíritu Santo claro que lo puede hacer, y lo hace, pues el Espíritu Santo se derrama en nosotros al momento de nuestro bautismo, y han sido bautizadas millones de personas desde el siglo primero, en diferentes tiempos y diferentes lugares y muchas al mismo tiempo ¿Dónde está lo imposible? 

 

El Señor es el Espíritu afirma san Pablo (2 Co 3,16-17) y es del Espíritu Santo de quien recibimos los carismas (1 Co 12,4-11). Notamos que el mismo texto dice al final: el Espíritu distribuye a cada uno en particular según su voluntad.

 

La energía no puede tener voluntad propia, solamente un ser puede tener voluntad propia, si el Espíritu fuera manipulado a la voluntad del Padre para repartir los carismas, entonces el Espíritu Santo no tendría voluntad contradiciendo a lo que dice san Pablo.

 

¿Qué mas podría ser el Espíritu Santo sino Dios? no nos podemos tomar a la ligera el ofenderle diciendo que es una energía, preferimos tomar las escrituras con el sentido común, pues tampoco puede ser un ángel, o un ser creado, pues Pablo nos afirma que el Espíritu es eterno (Hb 9,14).

 

Un    Dios   Trino

 

Si el Padre es Dios, Jesús es Dios, y el Espíritu Santo es Dios ¿Cuántos dioses hay? La Biblia no miente cuando afirma que hay un solo Dios (Dt 6,4). 

 

A principios del cristianismo, no había aparecido el término Trinidad para referir que el Padre, el Hijo y el Espíritu eran un solo Dios, el término Trinidad fue inventado hasta principios del siglo tercero. Debido a que la palabra trinidad no existe en la Biblia, es común que se niegue esta verdad. La palabra no existe en la Biblia, pero la Biblia no dice que únicamente serán creídas las palabras que contenga pues la Biblia no es un diccionario (porque a propósito de esto, la palabra Biblia no aparece en la Biblia), y la Biblia no pretender que entendamos con nuestra sabiduría a Dios (Is 55,8), pues la Biblia no es un mapa de Dios. Como muchos términos bíblicos; la palabra Trinidad se utiliza para nombrar alguna realidad que contienen las escrituras, como por ejemplo: el que la Iglesia sea Católica es una realidad (Ga 3,28-29), sin embargo la palabra Católico no viene en la Biblia, pero nadie puede negar esa realidad.

 

Lo que si existe en la Biblia es la idea de un Dios Trino, o que Dios se nos presenta en tres personas distintas sin perder su unidad. Examinemos algunos textos que nos muestran las tres divinas personas en unidad.

 

1 Co 12,4-6… hay diversidad de carismas, pero el Espíritu es el mismo, hay diversidad de ministerios pero el Señor es el mismo, y hay diversidad de actividades pero un solo Dios es el que actúa…

2 Co 13,13… la gracia del Señor Jesucristo, el amor del Padre, y la comunión del Espíritu Santo sean con todos ustedes. (Véase también Jud 20-21)

 

Vemos que cuando Jesús fue bautizado, el Padre se manifestó en el cielo, el Espíritu descendió con Jesús en forma de una paloma.

 

Mt 3,16-17… una vez bautizado Jesús, salió del agua, y en esto se abrieron los cielos y vio al Espíritu de Dios descender como una paloma y venia sobre él, y una voz que salía de los cielos decía: este es mi Hijo amado en quien me complazco.

 

También Jesús ordenó que se bautizara en el nombre del Padre hijo y Espíritu Santo, el Padre es un Ser, el Hijo es un Ser, y el Espíritu Santo es un Ser, el Bautismo es un símbolo de unción en Dios, para ser simbolizados a Dios tendríamos que ser unidos a la naturaleza de Dios, es por eso que así debería ser la manera de bautizar que ordena Jesús, que en estos momentos revela la sustancia trina de Dios.

 

Mt 28,19… vallan y bautícenlos en el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo…

 

Nuestro conocimiento sobre un Dios Trino no fue revelado sino hasta la venida de Cristo, san Pablo sigue afirmando que este misterio fue revelado hasta la venida de Cristo (1 Co 2,7), aunque no alude a que nuestro conocimiento deba de estar en un Dios Trino, pero lo que si es cierto es que no se tuvo conocimiento sobre como era Dios sino hasta la venida de Cristo, quien reveló la naturaleza de Dios y de muchas cosas mas.

 

En el antiguo testamento también vemos la idea de la trinidad. En el pasaje de la creación vemos como Dios crea por medio de su Espíritu, y su Verbo (Palabra) (Gn 1,1-3).

 

En Gn 18,1-3 vemos como Yahvé se apareció a Abraham en tres personas, y Abrám dijo Señor mío a los tres.

 

El     Dios     de los     Cristianos

 

Es indispensable mostrar los escritos de los primeros cristianos con respecto al Dios que les predicaron antes de que apareciera Constantino y se convocaran los concilios de Nicea y Constantinopla, es común que las sectas protestantes nieguen al Dios de las Iglesias cristianas, esto debido a que Constantino convocó el concilio de Nicea donde se formuló la razón de nuestra fe en Cristo, y en un Dios uno y Trino, y por consecuencia piensan que Constantino fue el que originó que se creyera en la divinidad de Cristo y del Espíritu Santo, pero estos testimonios de los cuales, la mayoría se conservan en original, delatan que quien cree que Constantino propuso la divinidad de Cristo y del Espíritu, está mintiendo o es un ignorante.

 

San  Dionisio, obispo de París, año 260 d.c. “II Epístola a los Triteistas”

 

Es necesario que el Verbo divino esté unido con el Dios del universo, y que el Espíritu Santo habite y permanezca en Dios; y por consecuencia es toda necesidad que la Trinidad se reúna y se recapitule en uno solo, es decir, en el Dios Omnipotente del Universo…

 

San Ignacio de Antioquia, año 107 o 110 d.c. “Epístola a los de Esmirna”

 

Cáp. I. Yo glorifico a Jesucristo, Dios que hasta tal punto nos ha hecho sabios…

 

“Epístola a los Efesios” Cáp. XVIII. La verdad es que Nuestro Dios Jesús, fue hecho carne en el seno de María.

 

Eusebio de Cesárea, año 319 d.c. “Historia Eclesiástica I”

 

Eusebio nos narra la invocación de Policarpo antes de ser martirizado en el siglo segundo: Te alabo y te glorifico, por medio del celestial y eterno Sacerdote Jesucristo, tu Hijo amado, por el cual, juntamente con el Espíritu Santo sea la gloria por los siglos de los siglos…

 

San Justino, mártir  año 155 d.c.  “Dialogo con Trifón”

 

Ni Abraham, ni Isaac, ni Jacob, ni hombre alguno han visto al que es Padre y Señor absoluto de todas las cosas, y de Cristo mismo, sino que vieron a este quien es Dios por voluntad del Padre… Cristo es Señor y Dios.

 

Al principio antes de todas las cosas, engendró Dios una potencia racional de si mismo, a la cual llamamos Espíritu Santo, Gloria del Señor, y a veces también Hijo… a veces Dios.

 

Orígenes, año 240 d.c.   “De Principiis”

 

Hasta ahora, no se ha hallado en las escrituras algo que sugiera que el Espíritu Santo sea un ser creado… por lo tanto concluyo, que el espíritu que se movía sobre las aguas, no es otro que el Espíritu Santo (Gn 1,1-2).

 

 “Fragm in Jonás”…  Hay una cosa que turba a muchos que quisieran ser piadosos: … confiesan que aquel, al menos de nombre, que llamamos Hijo, es un hombre, y hay quienes niegan la divinidad del Hijo…

Cáp. XXXVIIEl Espíritu sopla donde quiere, esto significa que es un ser substancial no como algunos pretenden, una simple actividad de Dios. El apóstol después de enumerar los dones del Espíritu, prosigue: y todo esto procede de un mismo Espíritu que distribuye a cada uno según su entendimiento (1 Co 12,11), por tanto, si actúa, quiere y distribuye, es un ser substancial activo…

 

“Comentario en Romanos”… El Espíritu mismo está en la ley y en el evangelio; él está eternamente con el Padre y el Hijo, y con el Padre y el Hijo existe siempre, existió y existirá.

 

“Adversus Celso”… Aquel a quien tenemos por Dios e Hijo de Dios, y en quien creímos como tal desde el principio, es el Verbo mismo y la Sabiduría misma, y la misma Verdad.

 

Tertuliano, año 200 d.c. aprox., “Adversus Práxeas”

 

La herejía de Práxeas, piensa estar en la posición de la verdad, cuando profesa que para defender la unicidad de Dios, hay que decir que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son lo mismo. Como si no se pudiera admitir que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo sean uno solo por el hecho de que los tres proceden de Uno por unidad de sustancia, manteniendo el misterio de la economía divina, que distribuye la unidad en tres… porque no hay mas que un solo Dios.

 

San Ireneo, obispo de Lyón, año 180 d.c.  “Adversus Haereses”

 

Cáp. IV… no hay mas que un solo Dios, que con su Verbo y su Sabiduría ha creado y adornado todas las cosas…

Cáp. III… hemos mostrado a partir de las escrituras que ningún hijo de Adán puede llamarse Dios o Señor en sentido propio, pero que Cristo al contrario de todos los hombre que jamás existieron, es anunciado por todos los profetas y apóstoles, y por el mismo Espíritu como Dios en sentido propio. Y Señor, y Rey, Hijo único y Verbo encarnado, las escrituras no hablarían de él, si fuera un hombre como los demás…

 

Conclusión

 

¿Quien ha podido entender a Dios? así viviéramos millones de años estudiando teología no lo lograríamos, apenas podemos imaginarnos lo que se nos ha revelado por medio de Jesucristo el Señor, y se ha depositado en la Iglesia, que es pilar y base de la Verdad. Dios es incomprensible, tan Grande y tan Santo que es imposible que una carne pecadora y pequeña como la nuestra pueda llegar a comprenderle, solo sabemos que hay un Dios, no puede haber muchos dioses o Dios y un dios porque sería un desorden universal, eso si lo podemos entender, tenerle fe y adorarle.

 

Joel Adán Domínguez Gallo

Joeladg@hotmail.com

 

 

 


 

[1] Los testigos de Jehová y los adventistas del séptimo día creen que Jesús es el ángel Miguel, los mormones piensan que Jesús es uno de muchos dioses.