Daniel (en hebreo: דָּנִיּאֵל, romanizado: Dāniyyêl; en griego antiguo: Δανιήλ, romanizado: Daniḗl; y en latín: Daniel) es un personaje de la Biblia, considerado el autor y protagonista principal del Libro de Daniel, que se presenta como su autobiografía, seguida de algunas visiones proféticas de carácter apocalíptico.
En el judaísmo, Daniel es considerado el autor del libro homónimo, el cual es parte de los Escritos o Ketuvim, pero no un profeta. No obstante, ocho ejemplares del libro encontrados entre los Rollos del Mar Muerto y los relatos adicionales del texto griego son un testimonio de la popularidad de Daniel en la época del Segundo Templo.
Los cristianos, en cambio, lo incluyen entre los profetas mayores del Antiguo Testamento. En las Iglesias católica, ortodoxa y otras orientales también es venerado como santo.
El consenso actual de los historiadores, aceptado por varios autores confesionales, es que Daniel es un personaje legendario, bajo cuyo nombre se escribió, en el siglo II a. C., un libro apocalíptico que aludía al reinado del monarca helenístico Antíoco IV Epífanes.23
Daniel es un nombre hebreo que consta de dos partes: el primer segmento proviene del verbo דין (din) ‘juzgar’, ‘contender’ o ‘alegar’ y la porción final es אל (‘El), ‘Dios’, ‘divinidad’. La partícula י (i) ha sido interpretada tanto como un hiriq, denotando pertenencia, o como un yod posesivo de primera persona (como en el hebreo moderno).4 Por lo tanto Daniel suele traducirse como ‘Dios es mi Juez’ o ‘Juicio de Dios’. La Enciclopedia Judía lo interpreta, a la luz de Gn 30:6, como ‘Dios es el defensor de mi derecho’.5
Las únicas referencias a Daniel se encuentran en el libro bíblico que lleva su nombre las cuales pueden complementarse con los datos suministrados por Flavio Josefo, cuyas fuentes se desconocen. Según este autor, Daniel pertenecía a una familia noble del Reino de Judá, tal vez emparentada con la realeza.6
(https://es.wikipedia.org/wiki/Daniel_(personaje_b%C3%ADblico))