La Iglesia Rumana Unida con Roma, Greco-Católica (en rumano: Biserica Română Unită cu Roma, Greco-Catolică), más conocida como Iglesia Greco-Católica Rumana, es una de las Iglesias orientales católicas autónomas (sui iuris) en plena comunión con la Santa Sede de la Iglesia católica. Usa el rito bizantino en la liturgia en lengua rumana, excepto en la Eparquía de Maramureș en donde también se utiliza el antiguo eslavo eclesiástico por la minoría rutena. Su sede es la Archieparquía Mayor de Făgăraș y Alba Iulia.
El 16 de diciembre de 2005, la Iglesia fue elevada por el papa Benedicto XVI al rango de Iglesia archiepiscopal mayor, siendo el primer archieparca mayor el obispo Lucian Mureșan. El territorio propio de esta Iglesia abarca todo el Estado rumano.
Iglesia greco-católica en Mediaş, construida por el obispo Ioan Bob.
Transilvania fue parte de Hungría desde el siglo XI, en donde se asentaron húngaros y alemanes, mayoritariamente católicos romanos, entre una mayoría de rumanos ortodoxos. En el siglo XIV la región fue ocupada por el Imperio otomano, ingresando también el protestantismo: el calvinismo entre los húngaros y el luteranismo entre los alemanes. Un principado autónomo de los turcos fue establecido por la nobleza húngara calvinista de Transilvania. La Dieta de ese principado dispuso el 9 de abril de 1639 que un superintendente calvinista gobernara a la Iglesia ortodoxa rumana de Transilvania, para supervisar la conversión de los ortodoxos al calvinismo, muchos de los cuales sufrieron persecuciones.
El eparca greco-católico de Mukachevo, Iosif Camillis (1689-1706), obtuvo autoridad sobre 140 parroquias rutenas y rumanas del norte de Transilvania, lo que llevó a los ortodoxos de Maramureș a preservar su ortodoxia. En 1690 el metropolitano ortodoxo de Moldavia nombró al líder del movimiento, Iosif Stoica, como obispo de Maramureș.
Luego de la conquista de Transilvania por la Casa de Habsburgo en 1687, el principado fue abolido. En 1693 llegaron a la región los jesuitas, quienes intentaban alinear a Transilvania con el resto de Europa occidental y convertir al catolicismo a los ortodoxos. Ante el avance del calvinismo, la negación de derechos civiles y la actividad misionera jesuita, el metropolitano ortodoxo de Transilvania en Alba Iulia, Teofil Seremi, (1697-1700) inició los contactos para la unión con la Iglesia de Roma. Este metropolitano había sido elegido en 1692, todavía bajo dependencia de los calvinistas. Luego de negociaciones con el jesuita Ladislau Baranyi, Seremi convocó a un sínodo, que el 21 de marzo de 1697 decidió la unión con Roma bajo las condiciones del Concilio de Florencia. El 4 de abril de 1697 canciller imperial Franz Ulrich Kinsky presentó la aprobación imperial y la Iglesia ortodoxa fue separada de la jurisdicción calvinista. Seremi murió en julio de 1697 y su sucesor, el obispo Atanasie Anghel, quien sin embargo recibió la ordenación del metropolitano ortodoxo de Bucarest, entró en plena comunión con la Santa Sede de Roma mediante el Acta de Unión del 7 de octubre de 1698 que fue formalizado por un sínodo de obispos el 4 de septiembre de 1700.2
Mediante la unión, Atanasie y los otros obispos de su diócesis, y la mayoría de los rumanos de Transilvania, aceptaron la supremacía papal conservando su propio rito bizantino. Esto se produjo como resultado del decreto del emperador Leopoldo I, quien ordenó que la Iglesia ortodoxa rumana de Transilvania se unificara con la Iglesia católica. Los transilvanos fueron alentados a volverse católicos y adherir a la recién creada Iglesia greco-católica reteniendo su ritual ortodoxo, pero aceptando los 4 puntos doctrinales establecidos por el Concilio de Florencia entre 1431 y 1445: el Papa como cabeza suprema de la Iglesia; la existencia del Purgatorio; la inserción de la cláusula del Filioque; y el uso de pan sin levadura en la Eucaristía. El 18 de mayo de 1721, mediante la bula Rationi Congruit, el papa creó la Eparquía de Fagaras, sustituyendo a Alba Julia, que el 17 de agosto de 1723 recibió el nombre de Alba Julia y Fagaras.
El metropolitano Atanasie Anghel y su Santo Sínodo siguieron estas acciones para obtener para los rumanos de Transilvania, entonces un principado vasallo del Imperio de los Habsburgos, los mismos derechos que las demás naciones de Transilvania que eran parte de la Unio Trium Nationum, o Pacto de las Tres Naciones, realizado en 1438 por la nobleza mayoritariamente calvinista húngara, la burguesía sajona luterana, y el pueblo székely o húngaros transilvanos.
Sin embargo, no todos los rumanos aceptaron su conversión, provocando el desplazamiento de la población ortodoxa rumana que abogaba por la libertad de culto para toda la población de Transilvania, el más notable fue el movimiento liderado por Visarion Sarai, Nicolae Oprea Miclăuș y Sofronie de Cioara, bajo la influencia dominante del metropolitano de Karlowitz de la Iglesia ortodoxa serbia. En 1744 el monje ortodoxo Visarion encabezó un levantamiento popular que tuvo como consecuencia que casi la mitad de los rumanos de Transilvania retornara a la ortodoxia. Los esfuerzos del gobierno por obligar a los rumanos a mantenerse en comunión con Roma, no pudieron evitar el retorno de muchos a la ortodoxia, por lo que en 1759 la emperatriz María Teresa aceptó en 1759 el nombramiento de un obispo ortodoxo en Sibiu, dependiente de Karlowitz.3
Como consecuencia de la destrucción de la ciudad, la residencia del obispo fue movida de Alba Iulia a Făgăraș en 1721 y luego, en el 1737, a Blaj, que se volvió un centro de resurgimiento nacional rumano.4 Esto se debió en parte al hecho de que a diferencia de los ortodoxos rumanos, quienes hasta 1863 oficialmente usaron el antiguo eslavo eclesiástico en la liturgia, la Iglesia rumana unida con Roma usa la lengua vernacular rumana desde el inicio. Cuando en el siglo XIX Hungría siguió una política de hungarización, la Iglesia greco-católica jugó un papel prominente en la resistencia étnica a la asimilación cultural, mediante la Escuela Transilvana (Școala Ardeleană), que creó el alfabeto latino rumano reemplazando a los caracteres cirílicos, y el Memorandum Transilvano, que fue un pedido al emperador de reconocimiento igualitario para los rumanos. Líderes rumanos como Simion Bărnuţiu y Iuliu Maniu fueron inicialmente servidores de la Iglesia greco-católica.
Otra eparquía fue establecida en Oradea en 1777, que junto a la de Fagaras y Alba Julia, fueron sufragáneas del primado húngaro latino en Esztergom, hasta que el 26 de noviembre de 1853 el papa Pío IX creo una provincia separada para los greco-católicos rumanos. Ese año fueron creadas dos eparquías como sufragáneas: Gherla, Armenopoli, Szamos-Ujvár (separada de Fagaras el 19 de diciembre, renombrada a Cluj-Gherla el 5 de junio de 1930), y de Lugoj (separada de Fagaras y de Oradea el 26 de diciembre).
El emperador Francisco José I aprobó el 6 de mayo de 1912 la creación de la Eparquía de Hajdúdorog en Hungría, que el papa Pío X la erigió canónicamente mediante la bula Christifideles Graeci del 8 de junio de 1912. Dentro de la nueva eparquía fueron comprendidas 44 parroquias pertenecientes a Eparquía de Oradea (o Nagyvárad), 35 parroquias de la Archieparquía de Alba Julia y Fagaras, y 4 parroquias de la Eparquía de Gherla (o Szamosújvár). Luego del Tratado de Trianón, 75 parroquias de la Eparquía de Hajdúdorog quedaron dentro de Rumania, para las que la Santa Sede y el Gobierno rumano firmaron un concordato en 1930. La Eparquía de Maramures fue fundada como consecuencia del concordato concluido el 10 de mayo de 1927 y ratificado el 10 de junio de 1929. Fue erigida mediante la bula Scaun Apostolic Sollemni Conventione del 5 de junio de 1930. La nueva diócesis, con sede en Baia Mare, incluía 201 parroquias rumanas y las 38 parroquias rutenas existentes en todo el territorio rumano, y fue puesta bajo la administración temporaria del obispo de Cluj-Gherla, Iuliu Hossu.5 Se formó con partes de Fagaras y de Cluj-Gherla. En 1935 pasaron a Hungría parroquias de Bedőt y de Battonyát, que pertenecían a las diócesis rumanas de Oradea y de Lugoj, por lo que la Santa Sede las anexó a Hajdúdorog.
Persecución bajo el régimen comunista[
Al finalizar la Segunda Guerra Mundial, Transilvania fue anexada a Rumania. Por presión del régimen comunista que tomó el poder en Rumania, el 1 de octubre de 1948 se reunió un sínodo de 36 sacerdotes en Cluj que votó por finalizar la unión con Roma y establecer la reunión con la Iglesia ortodoxa rumana. El 21 de octubre de 1948, 250° aniversario de la unión con Roma, se realizó una ceremonia en Alba Iulia en la cual la Iglesia greco-católica fue formalmente abolida. En la noche del 28 al 29 de octubre los 6 obispos fueron arrestados. El 1 de diciembre de 1948 el Gobierno comunista ordenó la disolución y el “espontáneo” pasaje de todos los greco-católicos (decreto N° 358/1948), quienes eran 1.500.000, a la Iglesia ortodoxa rumana, a la que le fueron dadas algunas de sus propiedades, incluyendo cuatro catedrales, mientras que el resto fueron confiscadas.6
Los obispos greco-católicos y muchos sacerdotes, fueron arrestados por “actividades antidemocráticas”, principalmente por rehusar romper con la reaccionaria Santa Sede. De los 6 obispos arrestados, 4 murieron en prisión. Mientras tanto, la Iglesia ortodoxa fue purgada de los sacerdotes hostiles al régimen comunista y, por los siguientes 40 años, mantuvo buenas relaciones con las autoridades comunistas.
Presencia greco-católica en Rumania, de acuerdo a un censo en 2002.7
En 1955 el obispo de Cluj-Gherla, Iuliu Hossu, fue liberado y puesto bajo arresto domiciliario en un monasterio, él rehusó la propuesta del patriarca ortodoxo rumano, Iustinian Marina, para volverse arzobispo ortodoxo de Iași y metropolitano de Moldavia y así ser el sucesor oficial del patriarca. Permaneció bajo arresto domiciliario y cada año envió un memorando al Presidente de la República, pidiendo que las leyes de la república y los acuerdos internacionales fueran observados con respecto a los greco-católicos. En 1969 el papa Pablo VI lo nombró cardenal in pectore, es decir, sin publicar su nombramiento, que solo fue revelado el 5 de marzo de 1973, tres años después de la muerte del obispo.8
Otro notable eclesiástico rumano de la época fue Alexandru Todea (1912–2002), quien fue secretamente ordenado como un obispo titular el 19 de noviembre de 1950, fue arrestado y sentenciado a cadena perpetua al año siguiente. Todea fue amnistiado en 1964 y el 14 de marzo de 1990, después de la caída del régimen comunista, fue nombrado arzobispo de Făgăraș y Alba Iulia, y elevado al cardenalato al año siguiente.9
Después de 41 años de sobrevivir sólo en secreto e ilegalmente, a la Iglesia rumana unida con Roma, greco-católica, le fue permitido aparecer una vez más en público solo después de la Revolución rumana de 1989. La ley normativa 9/31 del 2 de enero de 1990, derogó el Decreto N° 358/1948 como repugnante y generador de graves perjuicios al Estado rumano. Emergieron a la vida pública 3 obispos secretamente ordenados y el 14 de octubre de 1990 el papa Juan Pablo II restableció la jerarquía eclesiástica nombrado obispos para las 5 diócesis.
Con algunas demoras, algunas de las propiedades de la Iglesia greco-católica, en particular las catedrales de Cluj, Blaj, Lugoj y Oradea, que el gobierno comunista había trasferido a la Iglesia ortodoxa rumana, les han sido devueltas. No obstante, muchas propiedades permanecen en manos de los rumanos ortodoxos o del Gobierno, generando conflictos debido a que los greco-católicos exigen la devolución de todas las propiedades confiscadas, mientras que los ortodoxos exigen que se tenga en cuenta la nueva realidad de distribución de los fieles entre ambas Iglesias. Para 2006, unas 200 propiedades habían sido retornadas por los ortodoxos, de un total de 2.600 reclamadas. La reducción del número de fieles desde 1948 es evidente, después de 40 años de gobierno comunista e integración forzada en la Iglesia ortodoxa aprobada por el régimen, muchos greco-católicos se han mantenido dentro de la Iglesia ortodoxa rumana o se han secularizado.
En los Estados Unidos
Para los emigrantes greco-católicos rumanos en los Estados Unidos, el 11 de enero de 1982 el papa Juan Pablo II estableció el Exarcado Apostólico de los Estados Unidos de América para los rumanos bizantinos. El 26 de marzo de 1987 fue elevado a eparquía, con el nombre de Eparchy of Saint George’s in Canton.
La eparquía comprende 14 parroquias y 4 misiones:10
En Illinois: 2 parroquias en Aurora y 1 en Chicago
En California: 1 misión en Los Ángeles
En Indiana, 1 parroquia en East Chicago
En Míchigan: 1 parroquia en Dearborn y 1 en Detroit
En Nueva Jersey: 1 parroquia en Roebling y 1 en Trenton
En Nueva York: 1 misión en Long Island
En Ohio: 1 parroquia en Alliance, 1 en Chesterland, 1 en Cleveland, 1 en Boardman, 1 en Lorain (cerrada) y la catedral en Canton
En Pennsylvania: 1 parroquia en McKeesport
En Massachusetts: 1 misión en Boston
Jurisdicciones
En Rumania
Archieparquía Mayor de Fagaras y Alba Julia (en rumano: Arhieparhia de Alba Iulia şi Făgăraş y en latín: Fagarasien(sis) et Albae Iulien(sis) Romenorum), con sede en la Catedrala Mitropolitană Greco-Catolică Sfânta Treime de Blaj, de quien son sufragáneas las eparquías de:
Eparquía de Cluj–Gherla (en rumano: Eparhia de Cluj-Gherla y en latín: Claudiopolitan(us) – Armenopolitan(us)), con sede en la Catedrala Greco-Catolică Schimbarea la Faţă de Cluj-Napoca y concatedral en Gherla, Catedrala Greco-Catolică Intrarea în Biserică a Maicii Domnului.
Eparquía de Lugoj (en rumano: Eparhia de Lugoj y en latín: Lugosien(sis)), con sede en la Catedrala Greco-Catolică Coborârea Spiritului Sfânt de Lugoj.
Eparquía de Maramures (en rumano: Eparhia de Maramureş y en latín: Maramuresen(sis)), con sede en la Catedrala Adormirea Maicii Domnului de Baia Mare.
Eparquía de Oradea (en rumano: Eparhia de Oradea y en latín: Magnovaradinen(sis) Romenorum), con sede en la Catedrala Greco-Catolică Sfântul Nicolae de Oradea.
Eparquía de San Basilio el Grande (en rumano: Eparhia de Sfântul Vasile cel Mare de Bucureşti y en latín: Sanctus Basilius Magnus Bucarestien(sis) Romenorum), con sede en la Catedrala Greco-Catolică Sf. Vasile cel Mare de Bucarest.
Un obispo auxiliar, como vicario del archieparca mayor, tiene sede en Bucarest.
Eparquía directamente sujeta a la Santa Sede:
San Jorge en Canton (en inglés: Eparchy of Saint George in Canton for the Romanians y en latín: Sancti Georgii Martyris Romenorum) (con sede en la St. George Cathedral de Canton, en Ohio, con jurisdicción sobre Estados Unidos).
De acuerdo al Annuario Pontificio, las estadísticas de esta Iglesia serían las siguientes:
Archieparquía Metropolitana de Fagaras y Alba Iulia: 251.000 fieles, 3 obispos, 624 parroquias, 203 sacerdotes diocesanos, 5 sacerdotes religiosos, 6 religiosos, 166 religiosas y 72 seminaristas.
Eparquía de Cluj-Gherla: 55.000 fieles, 1 obispo, 159 parroquias, 159 sacerdotes diocesanos, 14 sacerdotes religiosos, 23 religiosos, 74 religiosas y 67 seminaristas.
Eparquía de Lugoj: 102.500 fieles, 1 obispo, 139 parroquias, 107 sacerdotes diocesanos, 2 sacerdotes religiosos, 2 religiosos y 13 seminaristas.
Eparquía de Maramures: 152.107 fieles, 1 obispo, 158 parroquias, 142 sacerdotes diocesanos, 5 sacerdotes religiosos, 5 religiosos y 15 seminaristas.
Eparquía de Oradea Mare: 97.000 fieles, 1 obispo, 156 parroquias, 156 sacerdotes diocesanos, 13 sacerdotes religiosos, 26 religiosos, 17 religiosas y 62 seminaristas.
Eparquía de Saint George en Canton: 6.200 fieles, 1 obispo, 14 parroquias, 24 sacerdotes diocesanos, 3 sacerdotes religiosos, 5 religiosos, 4 religiosas, 2 diáconos permanentes y 6 seminaristas.
El Gobierno rumano disputa estas cifras, pues, de acuerdo al censo rumano de 2002, el número de greco-católicos en Rumania era de 191.556.11
En Australia existe una parroquia greco-católica rumana, Our Lady of the Assumption, en Homebush, cerca de Sídney.