Jesús nunca recibió el Bautismo que mando a administrar a los Apóstoles. Ese
Bautismo que es un Sacramento se administró por primera vez el día de
Pentecostés pues quien lo hace posible es el Espíritu Santo.
Jesús recibio de San Juan Bautista un rito judío de conversión que se usa hasta el
día de hoy y que se llama Tevilah y que consiste en un sumergimiento en el agua
en una especie de piscina (Mikveh) pues en Israel no abunda el agua. Esas piscinas
generalmente están en la Sinagoga y no en otro lado
Tevilah es el acto bíblico de sumergirse en una fuente de agua viva natural para la
limpieza ritual del pecado y que simboliza la muerte del ego y el renacimiento a
una nueva vida espiritual de amor desinteresado en armonía con los principios de
la ley de amor de Dios: “Tora”. En tiempos antiguos se usaba un arroyo o río, pero
en tiempos modernos normalmente se usa un estanque especialmente
construido llamado “mikveh”. Hoy en día, en el judaísmo, los términos se usan de
alguna manera intercambiables, con mikveh emergiendo como el término más
familiar.
Muchos pueden sorprenderse al saber que el bautismo (inmersión) no se originó
con el cristianismo. A lo largo del Tanakh (Antiguo Testamento), los hijos de Israel,
cada vez que tenían que presentarse ante Dios, se limpiaban. Los sacerdotes
tenían que purificarse, y entonces pasaban por la mikve, o limpieza. Una mujer
pasaba por una mikve una vez al mes. Hay muchas razones para una mikve en las
Escrituras. No era raro que el pueblo de Israel fuera sumergido en agua
frecuentemente.
Los tres tipos de lavado ritual (ablución) mencionados en la literatura bíblica y
talmúdica son:
1) inmersión completa (tevilah) en una fuente de agua natural o en una mikve
especialmente construida, prescrita para mujeres casadas después de sus
períodos de menstruación o después del parto como, así como para los prosélitos
(gerim) al ser aceptados en el judaísmo;
2) lavado de pies y manos, prescrito para los sacerdotes en el servicio del Templo
en Jerusalén;
3) lavarse las manos (netilat yadayim) antes de sentarse a comer y antes de la
oración, al levantarse del sueño y después de eliminar los desechos corporales,
también después de estar cerca de un cuerpo humano muerto. Aparte de la
purificación ritual, el pueblo judío siempre ha considerado que el baño y la
limpieza física son implícitamente importantes porque, como enseñó el sabio
Hillel, el cuerpo humano refleja la imagen divina de Dios.
Entonces, cuando San Juan Bautista estaba junto al río Jordán y había multitudes
que bajaban hacia él, no sería raro que tantos de esos judíos hubieran salido de
Jerusalem y Judea. Esta era una mikve para el arrepentimiento.
En San Mateo 3, 11-12 y San Lucas 3, 16-17 se testimonia que San Juan refiere a
un “bautismo” con “espíritu santo” y “fuego”. Resulta interesante observar que el
concepto que el altar del Templo de Jerusalem funciona cual Mikweh purificador
mediante el fuego, que purifica a los sacrificios impuros, aparece en Zevahim 43,
b, fuente en la que, tal vez, radique el sentido de la expresión de Juan. El “pigul” y
el “notar” son dos características de impurificación de un sacrificio, debido al
pensamiento pecaminoso del sacerdote, el primero, y del que ofrenda, en el
segundo. Los sacrificios impurificados por tales pensamientos incorrectos son
purificados por el fuego del altar, que actúa cual Mikweh de fuego. Acá San Juan
deja claro que esta Tevilah que el hacía en el desierto era imperfecta, pues la
perfecta sería una Tevilah purificadora dada por el Espíritu Santo.
Cuando Ezequiel profetiza sobre la Restauración Mesiánica habla sobre la Nueva
Tevilah “Entonces esparciré sobre ustedes agua pura y serán purificados de todas
sus impurezas. Los purificaré de todos sus ídolos.”Ezequiel 3, 25
Es curioso que la Didaché es el primer texto que se conoce de la Iglesia (año 65
DC) ya se menciona la posibilidad de bautizar mediante el vertido de agua sobre la
persona, tal como profetizo Ezequiel. Gedaliahu Alon demostró el profundo
paralelismo entre fuentes judías del primer siglo y la Didaché. En el caso del
bautismo, que el texto explicita que debe hacerse “por el Padre, el Hijo y el
Espíritu Santo”, Alon hace notar magistralmente su paralelo con Berakhot 22, a.
En esta cita talmúdica se menciona la posibilidad de purificar a un impuro
mediante el vertido de agua, establecida por Nahum Ish Gam Zo, maestro del Rabi
´Akiva. Lo cual demuestra la notable interrelación entre este documento de los
Apóstoles y la tradición Rabínica.
¿Que quiero decir con todo esto? La inmersión bautismal es un acto religioso y
piadoso del Judaísmo al cual nosotros los Cristianos no estamos obligado. El
Tevilah que anuncio Juan iba a ser la inmersión en el fuego del Espíritu Santo
cuando nos restauraría la Gracia, no en el agua de la Mikveh judía. El signo de
este Sacramento es el agua por el significado.
El Señor se bautizó para cumplir varias de las ordenanzas sobre los Sacerdotes en
la Antigua ley.
1) Solo podían ser sacerdote los hijos del elegido y llamado por el Señor Dios:
“8 Habló el Señor a Moisés, diciendo: 2 Toma a Aarón y a sus hijos con él, y las
vestiduras, el aceite de la unción”
2) El Sacerdote comenzaba su ministerio a los 30 años”:
30 “ Desde el de edad de treinta años arriba hasta el de cincuenta años los contarás;
todos los que entran en compañía para servir en el tabernáculo de reunión.”
Números 4
3) Los Sacerdotes del AT tenían que ser lavados en agua antes de comenzar su
ministerio:
“5 Y dijo Moisés a la congregación: Esto es lo que el Señor ha mandado
hacer. 6 Entonces Moisés hizo acercarse a Aarón y a sus hijos, y los lavó con
agua. “Levítico 8
4) Los Sacerdotes del AT tenían que ser ungidos:
“12 Y derramó del aceite de la unción sobre la cabeza de Aarón, y lo ungió para
santificarlo.” Levítico 8
San Pablo nos dice que Jesús es nuestro Sumo Sacerdote en esta Nueva Alianza:
“14 Por lo tanto, ya que tenemos un gran Sumo Sacerdote que entró en el cielo,
Jesús el Hijo de Dios, aferrémonos a lo que creemos.” Hebreos 4
Así que Jesús entro en el agua junto a Juan para cumplir el rito y ser instituido
Sacerdote, no por el Templo (esa es la Antigua Alianza) sino en la Nueva.
Cumplimiento espiritual de la antigua.
1) Jesús es llamado y Confirmado por su Padre como Hijo “este es mi hijo muy
amado” San Mateo 3,17
2) Jesús es llamado a los 30 años: “Y cuando comenzó su ministerio, Jesús mismo
tenía unos treinta años, siendo, como se suponía, hijo de José, quien era hijo de
Elí,” San Lucas 3, 23
3) Jesús fue lavado en el agua: San “ 16 Después de ser bautizado, Jesús salió del
agua inmediatamente; “San Mateo 3.
4) Jesús fue ungido por el Espíritu Santo: “22 y descendió el Espíritu Santo sobre él
en forma corporal, como paloma,” San Lucas 3, 22
Como Cristo Jesús fue bautizado para «cumplir toda justicia». Lo que esto significa
es que no se nombró a sí mismo como sumo sacerdote; no tomó este honor por sí
mismo, sino que, como Aarón, Dios lo nombró.
Respondiendo Jesús, le dijo [a Juan el bautista]: Deja ahora que sea así, porque así
conviene que cumplamos toda justicia. Entonces lo sufrió. Mt. 3:15
Y nadie toma para sí este honor, sino el que es llamado por Dios, como] era
Aarón. Heb. 5:4
¿Por qué entonces fue bautizado Jesús?
Como ya hemos dicho, aquí comienza el ministerio público de Jesús, así que, el
hecho de que él no se dirigiera a los líderes religiosos en el templo, sino que fuera
a Juan el Bautista para ser bautizado por él, confirmaba plenamente a Juan como
profeta de Dios y también marcaba desde un principio su distanciamiento de la
religión oficial de su tiempo.
Pero sin duda, la razón más importante por la que bajó a las aguas juntamente
con el pueblo pecador fue con el fin de identificarse con él. Del mismo modo que
Moisés había abandonado siglos antes su regia posición para identificarse con su
pueblo y librarlo de la esclavitud, así Cristo había dejado temporalmente su trono
en la Majestad en las alturas para venir a salvar a los pecadores.
¿Cuál fue el orden de los acontecimientos?
- Jesús fue bautizado y llevado inmediatamente al desierto.
2. Jesús fue tentado durante cuarenta días. - Jesús regresó al Jordán y se paró en medio de la multitud (versículo 26).
- Al día siguiente, Juan dijo: “He aquí el Cordero de Dios” (versículo 29).
- Al día siguiente, Juan nuevamente dijo: “He aquí el Cordero de Dios” y dos de
sus discípulos siguieron a Jesús (versículo 37). Estos discípulos eran Andrés y Juan,
el discípulo amado. Andrés trajo a Simón, Pedro a Jesús. - Al día siguiente, Jesús fue a Galilea, después de haber Llamado a Felipe y
Nathaniel.