Jesús es un nombre propio masculino teofórico y significa “Yahveh es salvación”. Es de
origen arameo (Yehoshua) y se ha extendido en la cultura occidental debido a la influencia
del cristianismo , siendo Jesús su figura principal.
Este nombre llegó al español desde su variante en arameo, Yeshúa (ישוע), a través del
griego Iesoús (Ιησούς) y del latín Iesus. Sin embargo, se podría traducir también como
Josué, ya que otra evolución del mismo nombre Yehoshua fue a Yoshua y, de aquí, a
Josué (y en inglés Joshua).
Jesús es un nombre común en el Tanaj (Antiguo testamento). La forma corta Yeshua se
menciona unas 30 veces, mientras la forma completa Yehoshua aparece cerca de 100. 3
Por otro lado, en el canon de la Septuaginta (la Tanaj o Biblia traducida del hebreo al
griego por sabios israelitas), el libro que corresponde a Josué en griego es denominado
Ιησούς, es decir en griego Josué se dice Iēsoûá y de Iēsoûá viene el nombre de Jesús. El
nombre Jesús es una aproximación muy griega de Yeshúa o Yeshu mientras que Josué es
un poco más fiel al arameo.
El uso del nombre de Jesús en las peticiones se destaca en Juan 16:23 cuando Jesús dice:
«De cierto, de cierto os digo, que todo cuanto pidiereis al Padre en mi nombre, os lo dará».
Algunos Titulos del Señor:
1Cristo
2Señor
3Maestro
4Logos (el Verbo)
5Hijo de Dios
6Hijo del Hombre
7Hijo de David
8Cordero de Dios
9Nuevo Adán/Segundo Adán/Postrer Adán
10Luz del Mundo
11Rey de los judíos
12Rabboni y Rabí
13Rey de Reyes y Señor de Señores
14Enmanuel
(pueden haber mas, solo mencione algunos)
Existe una serie de propuestas sobre el origen y la procedencia etimológica del nombre de
Jesús (cf. Mateo 1:21). El nombre está relacionado con la forma hebrea יְהוֹשֻׁעַ [Yehoshua`],
Josué, que es un nombre teofórico mencionado por primera vez dentro de la tradición
bíblica en Éxodo 17:9 refiriéndose a uno de los compañeros de Moisés (y su sucesor como
líder de los israelitas y que entro a Israel a la Promesa).
Este nombre generalmente está considerada como compuesto de dos partes: יהו Yeho, una
referencia teofórica a YHWH, el nombre personal distintivo del Dios de Israel, además de
una forma derivada de la raíz triconsonantal hebreo o י-ש-ע, «para liberar, salvo». Existen
varias propuestas sobre cómo debe ser traducido el significado etimológico literal del
nombre, incluyendoYHWH salva
• YHWH (es) salvación
• YHWH (es) un grito de salvación
• YHWH (es) un grito para salvación
• YHWH (es) un grito de socorro
• YHWH (es) mi socorro
Este nombre antiguo del hebreo bíblico יְהוֹשֻׁעַ [Yehoshua] sufrió un acortamiento en la época tardía bíblica יֵשׁוּעַ [Yeshua
], tal como se encuentra en el texto hebreo de Esdras 2:2,
2:6, 2:36, 2:40, 3:2, 3:8, 3:9, 3:10, 3:18, 4:3, 8:33; Nehemías 3:19, 7:7, 7:11, 7:39, 7:43,
8:7, 8:17, 9:4, 9:5, 11:26, 12:1, 12:7, 12:8, 12:10, 12:24, 12:26; 1 Crónicas 24:11; y 2
Crónicas 31:15; así como en arameo bíblico en Esdras 5:2. Estos versículos de la Biblia se
refieren a diez individuos (en Nehemías 8:17, el nombre se refiere a Josué hijo de Nun).
Este cambio histórico puede haber sido debido a un cambio fonológico mediante el cual los
fonemas guturales se debilitaron, incluyendo [h]. Por lo general, el elemento teofórico
tradicional [Yahu] יהו se acortó al principio de un nombre a יו [Yo-], y al final a יה [-yah]. En la
contracción de [Yehoshua] y [Yeshua
], la vocal es más bien afrontada (quizás debido a la
influencia de la y en triliteral raíz y-š-ʕ). Durante el periodo post-bíblico, el nombre también
fue adoptado por los judíos de habla aramea y griega.
En el momento en el que el Nuevo Testamento fue escrito, la Septuaginta ya había
transliterado יְהוֹשֻׁעַ [Yeshua`] al griego koiné, lo más estrechamente posible en el siglo III a.
C., siendo el resultado Ἰησοῦς [Iēsous]. Los escritos griegos de Filón de Alejandría y
Josefo mencionan con frecuencia este nombre. También ocurre en el griego del Nuevo
Testamento en Hechos 7:45 y Hebreos 4:8, en referencia a Josué hijo de Nun.
Del griego, Ἰησοῦς [Iēsous] se trasladó al latín, por lo menos al momento de la Vetus
Latina. El salto morfológico esta vez no fue tan grande como los cambios previos entre
familias lingüísticas. Ἰησοῦς [Iēsous] fue transliterado al latín IESVS, donde se situó
durante muchos siglos.
El nombre en español, Jesús, proviene directamente del latín.
Los cristianos han unido un significado teológico al nombre de Jesús desde los primeros
tiempos del cristianismo. Devociones y fiestas para el Santo Nombre de Jesús existen tanto
en el cristianismo oriental y occidental. Las devociones y veneraciones al nombre de Jesús
también se extienden al monograma IHS, derivado de la palabra griega para Jesús
ΙΗΣΟΥΣ.
El significado del nombre de Jesús en el Nuevo Testamento es subrayado por el hecho de
que en su relato de la Natividad, Mateo presta mayor atención al nombre del niño y a sus
implicaciones teológicas. La reverencia por el nombre de Jesús es enfatizada por San
Pablo en Filipenses 2:10 donde dice: «para que en el nombre de Jesús se doble toda
rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra».
El uso del nombre de Jesús en las peticiones es destacado en Juan 16:23, cuando Jesús
dice: «todo cuanto pidiereis al Padre en mi nombre, os lo dará». Por consiguiente, muchas
oraciones cristianas concluyen con las palabras: «En el nombre de nuestro Señor
Jesucristo». Existe la creencia generalizada entre los cristianos que el nombre de Jesús no
es solamente una secuencia de símbolos de identificación, sino que incluye el poder divino
intrínseco, y que en el nombre de Jesús se habla o se muestra el poder de Dios.
El título Cristo utilizado en el idioma español proviene del griego Χριστός (Khristos), a
través del latín Christus. Significa «ungido» El griego es una traducción derivada del hebreo
Mashiaj (מָשִׁיחַ) o el arameo M’shija (מְשִׁיחָא), desde donde se deriva la palabra Mesías. Cristo
se ha convertido en un nombre, una parte del nombre «Jesucristo», pero originalmente era
un título (el Mesías) y no un nombre; sin embargo, su uso como «Cristo Jesús» si es un
título.
En la versión Septuaginta de la Biblia hebrea (escrita más de un siglo antes de la época de
Jesús), la palabra griega Christos se utiliza para traducir el hebreo Mashiaj (Mesías), que
significa «ungido». (Otra palabra griega, Μεσσίας, Messias aparece en Daniel 9:26 y
Salmos 2:2). El Nuevo Testamento dice que el Mesías, esperado, había venido y describe
este salvador como el Cristo. En Mateo 16:16 el apóstol Pedro, en lo que se ha convertido
en un célebre anuncio de la fe entre los cristianos desde el siglo I, dijo: «Tú eres el Cristo,
el Hijo del Dios viviente». En Juan 11:27, Marta le dice a Jesús «tú eres el Cristo», justo
antes de la resurrección de Lázaro.
En las epístolas paulinas, la palabra Cristo está tan estrechamente asociada a Jesús que
es evidente que para los primeros cristianos no había necesidad de afirmar que Jesús es el
Cristo, lo cual era considerado ampliamente aceptado entre ellos. De ahí que San Pablo
puede utilizar el término Christos sin confusión en cuanto a quién se refiere y, como en 1
Corintios 4:15 y Romanos 12:5, se puede usar expresiones como «en Cristo» para referirse
a los seguidores de Jesús.
Los símbolos para la representación de Cristo (es decir, cristogramas) fueron desarrollados
por nuestra Iglesia (los primeros cristianos), por ejemplo, el símbolo crismón formada por la
superposición de las dos primeras letras griegas de Cristo (griego: Χριστός), chi = ch y rho
= r
Los “Judíos mesiánicos” ( casi todos de la tribu de Toro Sentado ) están tratando de
empezar un caso sin ninguna evidencia del nuevo testamento sobre que se debe utilizar el
nombre de Yeshua.
Nuevamente, el Nuevo Testamento no fue escrito en Hebreo sino en griego, desde el cual
fue traducido directamente al Español, para que los lectores hispanos podamos leer.
También es importante conocer que los apóstoles escribieron el Nuevo Testamento por
inspiración del Espíritu Santo y ellos lo escribieron en griego. Si fuera cierto que solo
debemos usar el nombre de Yeshúa y que cualquier otro nombre es una herejía, entonces
leeríamos en el Nuevo Testamento que cada vez que los apóstoles mencionan el nombre
de Jesús habrían escrito Yeshúa en lugar de IESOUS que es el nombre en Griego. Sin
embargo, ellos escribieron IESOUS.
Cambiar de idioma no cambia el significado de las cosas. El poder de Jesus esta en El, no
en unas letras. Cuando se hablaba en Israel del “nombre” era mas que una fonética, era la
persona integral (por eso no se pronunciaba el Nombre de Dios)
El Señor quería que los habitantes del mundo griego de aquel primer siglo conocieran el
nombre de su Mesías, que trae salvación, sanidad, y poder sobre los demonios, como
“Iesous” (en castellano: Jesús) y no “Yeshua”. Si Dios hubiese querido que los escritores
judíos del Nuevo Testamento usen “Yeshua” así estaría escrito, pero ese no es el caso.
Decir que “Yeshua” significa salvación no establece una conexión muy clara con el
Salvador de Nazaret.
Tal nombre no identifica al hombre, Identifica al Hijo Unigenito de Jesús de Nazaret.
JESUS es el nombre que está por sobre todo nombre (Fil. 2:9). Por lo tanto, ese nombre
debería ser usado sin temor por nuestra sociedad hispanohablante, a pesar de todas las
mentiras y fabricaciones que están siendo difundidas por algunos judíos mesiánicos (casi
ninguno judíos de verdad) . También es algo notable considerar que Pablo fue un hebreo
de pura cepa (Fil. 3:5), y no estaba involucrado en ningún concepto tan extraño como para
pensar que Iesous (la palabra griega equivalente a Jesús) era inferior, o tenía raíces
paganas como dicen algunos hebreos en la actualidad, que alegan creer en el Mesías del
cristianismo.
Jesús no deriva de la fuente pagana “Isus”.
• Jesús no es un nombre falso.
• Jesús no tiene orígenes paganos.
• Jesús no es un nombre falso para “Mesías”.
• Jesús no es una traducción dos veces alterada.
• Jesús no es meramente un nombre usado por cristianos presuntuosos que mataron
judíos.
• Jesús no está siendo usado para alguna tradición antijudía.
• La Biblia no hace énfasis en la restauración de la identidad judía del Salvador.
• Jesús es el único nombre en el que hay salvación (Hch. 4:12).
Para los “ Judíos de la amazonia, del altiplano o de la Patagonia” les dire que lo exterior no
hace a nadie judío, ni consiste la circuncisión en una señal en el cuerpo. El verdadero judío
lo es interiormente; y la circuncisión es la del corazón, la que realiza el Espíritu, no el
mandamiento escrito. Al que es judío así, lo alaba Dios y no la gente (Ro. 2:28,29).
El nombre de Jesús, el que salva a Su pueblo de sus pecados, implica todo el poder del
poderoso Creador. Jesús da a los creyentes la autoridad para servir, trabajar y orar en Su
nombre cuando lo hacemos creyendo en el poder salvador de Jesús y anhelando la
voluntad de Dios. Jesús, con la autoridad del Padre, ejerció el poder de salvar a los
pecadores, y Su nombre es el único nombre que podemos invocar para la salvación
(Hechos 4:12). Como hijos e hijas adoptados en la familia de Dios, los cristianos
experimentan la gracia salvadora de Dios por medio de la fe en la persona de Jesús.
Cuando lo invocamos, participamos de Su poder y comprobamos que “Torre fuerte es el
nombre del Señor; a él correrá el justo, y será levantado” (Proverbios 18:10).
(Datos tomados de muchas fuentes)