La Gran Apostasía y el Katejon
Viene una Gran Apostasía, de eso no hay duda. Nos alertó el Señor:
San Mateo 24, 4 “; Y respondiendo Jesús, les dijo: Mirad que nadie os engañe, 5 porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo, y a muchos engañarán. 11 Y muchos falsos profetas se levantarán y engañarán a muchos. 12 Y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará.24 Porque se levantarán falsos Cristos y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos. 25 He aquí, os lo he dicho antes.”
San Pablo también nos ha alertado sobre la Apostasía en II Tesalonicenses 2 :
“Pero con respecto a la venida de nuestro Señor Jesucristo, y nuestra reunión con él, os rogamos, hermanos, 2 que no os dejéis mover fácilmente de vuestro modo de pensar, ni os conturbéis, ni por espíritu, ni por palabra, ni por carta como si fuera nuestra, en el sentido de que el día del Señor está cerca. 3 Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición, 4 el cual se opone y se levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto; tanto que se sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios. 5 ¿No os acordáis que cuando yo estaba todavía con vosotros, os decía esto? 6 Y ahora vosotros sabéis lo que lo detiene, a fin de que a su debido tiempo se manifieste. 7 Porque ya está en acción el misterio de la iniquidad; sólo que hay quien al presente lo detiene, hasta que él a su vez sea quitado de en medio. 8 Y entonces se manifestará aquel inicuo, a quien el Señor matará con el espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de su venida; 9 inicuo cuyo advenimiento es por obra de Satanás, con gran poder y señales y prodigios mentirosos, 10 y con todo engaño de iniquidad para los que se pierden, por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos. 11 Por esto Dios les envía un poder engañoso, para que crean la mentira, 12 a fin de que sean condenados todos los que no creyeron a la verdad, sino que se complacieron en la injusticia.”
1 Tesalonicenses 4:15-17
15 Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron. 16 Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. 17 Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados Juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.
San Pedro también nos lo recuerda:
II San Pedro:
“2:1 En el pueblo de Israel hubo también falsos profetas. De la misma manera, habrá entre ustedes falsos maestros que introducirán solapadamente desviaciones perniciosas, y renegarán del Señor que los redimió, atrayendo sobre sí mismos una inminente perdición. 2:2 Muchos imitarán su desenfreno, y por causa de ellos, el camino de la verdad será objeto de blasfemias. 2:3 Llevados por la ambición, y valiéndose de palabras engañosas, ellos se aprovecharán de ustedes. Pero hace mucho que el juicio los amenaza y la perdición los acecha. 3:17 Hermanos míos, ustedes están prevenidos. Manténganse en guardia, no sea que, arrastrados por el extravío de los que hacen el mal, pierdan su firmeza.:”
El Señor nos lo dijo:
Mateo 24. 23-25
“23 Entonces, si alguno os dijere: Mirad, aquí está el Cristo, o mirad, allí está, no lo creáis. 24 Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos. 25 Ya os lo he dicho antes.
El Antiguo Testamento habla de el
Daniel 11. 36
“36 Y el rey hará su voluntad, y se ensoberbecerá, y se engrandecerá sobre todo dios; y contra el Dios de los dioses hablará maravillas, y prosperará, hasta que sea consumada la ira; porque lo determinado se cumplirá.”
- Pablo VI hablo del tema en su homilía en el Aniversario de su Coronación el 29 de Julio de 1972: Una potencia hostil ha intervenido. Su nombre es el diablo, ese ser misterioso del que San Pedro habla en su primera Carta. ¿Cuántas veces, en el Evangelio, Cristo nos habla de este enemigo de los hombres. Y el Papa precisa: “Nosotros creemos que un ser preternatural ha venido al mundo precisamente para turbar la paz, para ahogar los frutos del Concilio ecuménico, y para impedir a la Iglesia cantar su alegría por haber retomado plenamente conciencia de ella misma . Nosotros sabemos prosiguió Pablo VI- que este ser oscuro y perturbador existe verdaderamente y que está actuando de continuo con una astucia traidora. Es el enemigo oculto que siembra el error y la desgracia en la historia de la humanidad”
El mismo Papa decía en la Audiencia de Noviembre 15 de 1972:
“El mal no es solamente una deficiencia, sino una eficiencia, un ser vivo, espiritual, pervertido y perverso. Terrible realidad. Misteriosa y pavorosa. Se sale del cuadro de la enseñanza bíblica y eclesiástica quien se niega a reconocer su existencia; o bien quien hace de ella un principio que existe por sí y que no tiene, como cualquier otra criatura, su origen en Dios; o bien la explica como una pseudorrealidad, una personificación conceptual y fantástica de las causas desconocidas de nuestras desgracias. Nuestra doctrina se hace incierta, por estar como oscurecida por las tinieblas mismas que rodean al Demonio. Pero nuestra curiosidad, excitada por la certeza de su existencia múltiple, se hace legítima con dos preguntas: ¿Existen señales, y cuáles, de la presencia de la acción diabólica? ¿Y cuáles son los medios de defensa contra un peligro tan insidioso? La respuesta a la primera pregunta impone mucha cautela, si bien las señales del Maligno parecen hacerse evidentes (cf Tert. Apo., 23). Podremos suponer su acción siniestra allí donde la mentira se afirma hipócrita y poderosa contra la verdad evidente; donde el amor es eliminado por un egoísmo frío y cruel; donde el nombre de Cristo es impugnado con odio consciente y rebelde (cf 1Co 16, 22; 12, 3); donde el espíritu del Evangelio es mistificado y desmentido; donde la desesperación se afirma como la última palabra, etc.”
Definitivamente habrá una Apostasía y esta Apostasía será en nuestra Iglesia, porque?
Decía San Juan: “Hijitos, ya es el último tiempo; y según vosotros oísteis que el anticristo viene, así ahora han surgido muchos anticristos; por esto conocemos que es el último tiempo SALIERON DE NOSOTROS pero no eran de nosotros; porque si hubiesen sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros; pero salieron para que se manifestase [fuera obvio] que no todos son de nosotros.” ” (I Juan 2:18).
El término apostasía viene del término griego ἀποστασία; que significa salida, defección, revuelta o rebelión. Ha sido descrita como “una salida plenamente consciente o una rebelión contra el mensaje del cristianismo o el rechazo a Cristo por parte de alguien que ha sido cristiano;”
Si nosotros somos la verdadera Iglesia de Jesús la Apostasía va a ser entre nosotros, no será entre las sectas o entre los Mormones o Testigos de Jehová, ellos YA son apostatas desde hace tiempo.
La Apostasía será entre nosotros y tenemos que estar preparados pues ya está actuando y lo más terrible es que la Iglesia jerárquica no está haciendo casi nada sobre este tema. Hay un desorden doctrinal y una franca herejía entre nosotros y no se toman medidas disciplinares y muchos Obispos miran para otro lado o lo que es peor no ven en ello mal alguno.
San Pablo tiene unas enigmáticas palabras en su carta II a los
Tesalonicenses 2:
“6 Y ahora vosotros sabéis lo que lo detiene, a fin de que a su debido tiempo se manifieste.7 Porque ya está en acción el misterio de la iniquidad; sólo que hay quien al presente lo detiene, hasta que él a su vez sea quitado de en medio.8 Y entonces se manifestará aquel inicuo, a quien el Señor matará con el espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de su venida”
San Pablo habla de “algo” que retiene la manifestación del Anticristo, “Katejón”; es la palabra que usa el apóstol Pablo para referirse a este obstáculo.
El término griego katejon es el participio presente del verbo katecho (katécho) que significa: retener, agarrar, impedir. En la versión griega de ambos versículos el término “katejon” se utiliza dos veces en modos distintos en Tesalonicenses:
1) to katejon, en el versículo 6,
2) o katejoon en el versículo 7.
En ambos casos se usa el participio presente, con pronombre neutro en el primer caso y con pronombre personal en el segundo, lo cual indica que el Katejon será una cosa y una persona al mismo tiempo, ambos impiden que el malo se manifieste en el mundo.
Así que tenemos que hay algo y alguien que retiene la manifestación del que se opone a Dios. Ríos de tinta han corrido sobre quién o que será, yo humildemente les voy a dar mi opinión.
El Katejon es la Autoridad de la Iglesia. La autoridad de la Iglesia afirmada por el Sucesor de Pedro Apóstol. Cuando la autoridad de la Iglesia ha sido fuerte sobre los hombres y estos la han seguido, obedecido y estimado, el hombre de iniquidad no ha sido escuchado y ha estado sometido a la oscuridad. En la medida que la autoridad de la Iglesia ha sido erosionada el “hombre de iniquidad” ha comenzado a manifestarse.
Como ha sido mermada esta autoridad de la Iglesia? de dos formas:
1) Desde afuera.
– El continuo ataque por todos los medios de comunicación a la Iglesia, ridiculizándola, mintiendo sobre lo que cree, vive y espera.
– El desprestigio constante de su Jerarquía.
– El ataque desmedido de las sectas a la Doctrina Católica
– La aparición de sectas seudocristianas que agresivamente cuestionan
Dogmas, doctrinas y orden, erosionando con sus ataques, seudodoctrinas y burlas la fe en la Iglesia Apostólica.
– La Aparición de un Islán agresivo e invasivo que erosiona nuestra cultura cristiana.
2) Desde Adentro.
– La infiltración de los Seminarios católicos con un modernismo laicista y militante, haciendo del Sacerdocio más una profesión que una vocación.
Elena Blavastky, madre de la Teosofía y la Nueva Era pensaba que la Iglesia Católica como principal enemigo a combatir. –
En 1818 , un miembro de una asociación secreta, Nubius, dijo que el objetivo de ellos era “la aniquilación total del catolicismo, y más tarde de toda la cristiandad”
Más tarde Elena Blavastky en el siglo XIX y Lenin en el Siglo XX (corroborado pro las declaraciones de Bella Doth en el Congreso) expresaron la necesidad de infiltrar los Seminarios Católicos.
– La erosión constante por sacerdotes, religiosos-as y laicos de las Escrituras, negando todo aspecto sobrenatural de ella y reduciendo las Escrituras a una simple colección de cuentos más o menos interpretables.
– La negación o la racionalización de los Dogmas de la Iglesia.
– La infiltración de doctrinas paganas y orientalistas dentro de nuestras Parroquias, movimientos, órdenes religiosas, etc. que sustituyen la Ortodoxia de la Fe Apostólica.
– Un humanismo desaforado donde se pone al hombre en el lugar de Dios.
– Un feminismo y un ecologismo militante que sustituye la Doctrina Social de la Iglesia limitándola a una agenda política.
– Una derivación de la Iglesia a actuar como una dependencia de la ONU y no como la Novia de Cristo
Sam Keen en en “The Christian Century” distingue dos tipos de revolución: una es dura, explosiva y política: busca la confrontación directa. La otra es suave, implosiva y religiosa: busca cambiar la conciencia a través de experiencias ”místicas” o “psicológicas”. La revolución suave es difusa y no se le reconoce una organización fácilmente. Terreno que pierde la Iglesia el Katejon lo gana el hombre de iniquidad y así hemos visto en estos últimos diez años como nuestra sociedad se va descristianizando a ritmo alucinantemente rápido, ya no hay Katejon que lo detenga. El Katejon ha sido levantado.
Que podemos hacer te preguntaras? TENEMOS y mucho. Tenemos que predicar a tiempo y destiempo, enseñar, aconsejar para que la mayor cantidad de almas no se pierdan.
Puedes caer en la tentación de Ezequiel y decir “Nadie me va a oír”. Veamos qué respuesta le dio el Señor al Profeta en Ezequiel 3:
“17 «Hijo de hombre, a ti te he puesto como centinela del pueblo de Israel. Por tanto, cuando oigas mi palabra, adviértele de mi parte 18 al malvado: “Estás condenado a muerte.” Si tú no le hablas al malvado ni le haces ver su mala conducta, para que siga viviendo, ese malvado morirá por causa de su pecado, pero yo te pediré cuentas de su muerte. 19 En cambio, si tú se lo adviertes, y él no se arrepiente de su maldad ni de su mala conducta, morirá por causa de su pecado, pero tú habrás salvado tu vida. 20 Por otra parte, si un justo se desvía de su buena conducta y hace lo malo, y yo lo hago caer y tú no se lo adviertes, él morirá sin que se le tome en cuenta todo el bien que haya hecho. Por no haberle hecho ver su maldad, él morirá por causa de su pecado, pero yo te pediré cuentas de su muerte. 21 Pero si tú le adviertes al justo que no peque, y en efecto él no peca, él seguirá viviendo porque hizo caso de tu advertencia, y tú habrás salvado tu vida.”
Tenemos que predicar, y ya que la Apostasía es irrefrenable tenemos que insistir para que la mayor cantidad de almas no se pierdan, de ellos nos pedirá cuenta el Señor. Esa es nuestra labor y nuestra meta, no desanimarnos. No desfallecer, amonestar, insistir “A tiempo y destiempo” Saber que precisamente por ser esta la Iglesia de Cristo, acá se darán los signos y bendecir que Él nos ha llamado a ella.
Animo hermano, tenemos que dar esta buena batalla y salvar almas para el Reino. Hago mía las palabras del Apóstol Pablo en II Timoteo
“6:11 Mas tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas, y sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre. 6:12 Pelea la buena batalla de la fe, echa mano de la vida eterna, a la cual asimismo fuiste llamado, habiendo hecho la buena profesión delante de muchos testigos. 6:13 Te mando delante de Dios, que da vida a todas las cosas, y de Jesucristo, que dio testimonio de la buena profesión delante de Poncio Pilato,6:14 que guardes el mandamiento sin mácula ni reprensión, hasta la aparición de nuestro Señor Jesucristo, 6:15 la cual a su tiempo mostrará el bienaventurado y solo Soberano, Rey de reyes, y Señor de señores, 6:16 el único que tiene inmortalidad, que habita en luz inaccesible; a quien ninguno de los hombres ha visto ni puede ver, al cual sea la honra y el imperio sempiterno. Amén.”