“La Gloria compartida a los elegidos, llamados y santificados” Romanos 8:28-30.
María es la Elegida, la llamada, la Santa por excelencia orgullo de nuestra raza.
En Teología desde el Siglo III o IV se habla de la “Unión Hipostática” o sea de que en
JESÚS no se puede separar la naturaleza humana de la Divina, pues están unidas
intrínsecamente (doctrina común en todas la Iglesias Cristianas).
La frase “unión hipostática” se usa para describir este milagro. Como vemos en Juan,
capítulo 1, Jesucristo siempre ha sido Dios y, al mismo tiempo, siempre ha estado con
Dios. Juan 8:58 y 10:30 reafirma esta verdad. Sin embargo, cuando Jesucristo vino a la
tierra, se convirtió en un ser humano (Juan 1:14). Jesús es una persona, completamente
Dios y completamente hombre. Esto es lo que se llama la unión hipostática.
Jesús tiene dos naturalezas, una humana y una divina, que NO SE PUEDEN SEPARAR.
Por todo el tiempo, Él será el “Dios-hombre”, completamente humano y completamente
Dios, dos naturalezas distintas contenidas en un solo Ser.
La naturaleza divina de Jesús no está disminuida por su naturaleza humana, y su
naturaleza humana no pierde identidad debido a su naturaleza divina. Él tiene una
personalidad, pero esa personalidad contiene dos naturalezas. Algunas veces, Jesús actuó
dentro de los límites de su naturaleza humana (Juan 4: 6, 19:28), pero otras veces expresó
el poder de su naturaleza divina (Juan 11:43; Mateo 14: 18-21).
En el Siglo IV un obispo de Siria, Apolinar (310-390), sostenía una extraña doctrina: admitía
que Cristo es una persona divina, dotado de dos naturalezas, la divina y la humana pero
que no tenía alma. El vacío del alma humana era suplido por la divinidad del Verbo.
Apolinar fue condenado en Constantinopla I que definió: «Cristo es verdadero Dios y
Hombre».
Y ahora es cuando entra en escena el patriarca de Constantinopla Nestorio, hombre de
gran elocuencia, asceta, el cual sostenía que a María no puede llamársele Madre de Dios,
sino Madre de Cristo porque María era tan sólo Madre del hombre en el que habitó el Hijo
de Dios. Todo ello lo expresó en un célebre sermón, que motivó el escándalo y las iras del
pueblo. O sea que en Cristo existían dos naturalezas que formaban dos personas, la divina
y la humana, unidas ambas de una manera accidental.
El efecto de esta interpretación era la negación de la Redención: quien sufre y muere en la
cruz es la persona humana de Cristo. La Encarnación no es auténtica, pues Dios no se ha
hecho hombre, sino que ha comenzado a vivir dentro de un hombre.
Es por eso por lo que en el año 430 DC es convocado un Concilio Ecuménico bajo la
autoridad del Papa Celestino.
En este concilio se declaró que Cristo en su Encarnación era Dios y Hombre en una sola
Naturaleza, que Jesús NO nació hombre y después Dios vino a él y por eso se le dio a
María el título en este concilio de Madre de Dios, para que quede claro que desde su
primer instante de su concepción Jesús fue hombre y Dios
Esto es textualmente que se declaró en el Concilio:
” Madre de Dios […] no porque la naturaleza del Verbo y su divinidad se había originado a
partir de la Santísima Virgen, sino que desde que nació del santo cuerpo con un alma
racional unida a la Palabra de modo que la Palabra nace después de la carne.”
Lo que quiere decir (Para los que piensan que somos tontos) que cuando el Verbo
PREXISTENTE se encarnó en María lo hizo como DIOS que toma carne en ella. No quiere
decir que María “creo a Dios”, de nuevo, proclamamos hace 2000 años que el Verbo es
PREXISTENTE, que María NO creo al Verbo, sino que lo ENGENDRO y por engendrar a
Dios y llevarlo nueve meses en su vientre y traerlo al mundo se le puede llamar “Madre de
Dios”, porque su Hijo es DIOS. Esto se llamo “UNION HIPOSTATICA”
La unión hipostática es el intento de las mentes humanas finitas de comprender la
naturaleza infinita de Jesucristo. En última instancia, sin embargo, no podemos entender
completamente cómo Él puede ser completamente divino y humano al mismo tiempo. Está
más allá de nuestra comprensión.
Por ejemplo, de otra forma: “Jesús es y siempre ha sido el Hijo de Dios. Fue concebido en
la Virgen María por el Espíritu Santo (Lucas 1:35). Sin embargo, también es cierto que
Jesús tuvo existencia antes de esa concepción, como podemos ver en Juan 8:58 y 10:30.
En la encarnación, Jesús se hizo humano, pero no dejó de ser Dios (Juan 1: 1, 14).”
Por lo que decir que María es la Madre de JESÚS solamente, es caer en la herejía llamada
“Arrianismo, Monarquianismo dinamistico” u otra llamada “Adopcionismo” ambas del siglo
IV y condenadas por los Concilios como heréticas, esta es la Doctrina de todas las Iglesias
de la Reforma Protestante que compartimos el Credo de Nicea donde decimos
“engendrado NO creado, de la misma naturaleza que el Padre”
Luego entonces al existir en JESÚS una unión “Hipostática” o sea al no poderse separar
las dos naturalezas de JESÚS, María dio a luz NO la parte humana de JESÚS, sino a toda
la Segunda Persona de la Trinidad llamada a partir de este momento “El Hijo”. Y por eso la
llamamos con justicia y ortodoxia “Madre de Dios”