Introducción:
La nueva generación pentecostal, los unicitarios se “desmarcan” de los pentecostales tradicionales (Trinitarios) y rescatan del pasado una vieja herejía del siglo III, el creador de esta herejía fue Sabelio que fue ex-comulgado por la Iglesia y que según la enseñanza de este, en Dios sólo hay una persona como una es también su naturaleza: los nombres de Padre, Hijo y Espíritu Santo no son otra cosa sino aspectos diversos o funciones del Dios único (Modalismo), negando por tanto la Trinidad en Dios sino que existe una “monarquía” (de dónde se le da también el nombre de monarquismo) el modalismo fue condenado por el Papa San Calixto (218 – 222), entre otros Sumos Pontífices.
Desarrollo:
Si algo une a la mayoría de las confesiones cristianas, Católicos, Ortodoxos y Protestantes es la creencia del Dios uno y Trino, no así otras doctrinas, en las cuales difieren de los Católicos, la denominación de los “unicitarios” se defienden atacando y acusan al resto de ser religiones politeístas ya que según su visión adoramos a tres “dioses” (Triteismo).
Para salir de esta duda tenemos que acudir al Catecismo de la Iglesia Católica para determinar cual es la doctrina que ella enseña y por ende la creencia de los Católicos.
Dice el Catecismo en el Numeral 253
La Trinidad es una. No confesamos tres dioses sino un solo Dios en tres personas: “la Trinidad consubstancial” (Concilio de Constantinopla II, año 553: DS 421). Las personas divinas no se reparten la única divinidad, sino que cada una de ellas es enteramente Dios: “El Padre es lo mismo que es el Hijo, el Hijo lo mismo que es el Padre, el Padre y el Hijo lo mismo que el Espíritu Santo, es decir, un solo Dios por naturaleza” (Concilio de Toledo XI, año 675: DS 530). “Cada una de las tres personas es esta realidad, es decir, la substancia, la esencia o la naturaleza divina” (Concilio de Letrán IV, año 1215: DS 804).
CIC 254
Las Personas divinas son realmente distintas entre sí. “Dios es único pero no solitario” (Fides Damasi: DS 71). “Padre”, “Hijo”, Espíritu Santo” no son simplemente nombres que designan modalidades del ser divino, pues son realmente distintos entre sí: “El que es el Hijo no es el Padre, y el que es el Padre no es el Hijo, ni el Espíritu Santo el que es el Padre o el Hijo” (Concilio de Toledo XI, año 675: DS 530). Son distintos entre sí por sus relaciones de origen: “El Padre es quien engendra, el Hijo quien es engendrado, y el Espíritu Santo es quien procede” (Concilio de Letrán IV, año 1215: DS 804). La Unidad divina es Trina.
Si buscas la palabra “Trinidad” comprobarás que no aparece en la Sagrada Escritura como tampoco aparece la palabra “Encarnación” pero si su enseñanza (Juan 1,14) y cómo tampoco la palabra “Biblia”, así lo explica la iglesia en el numeral 251 del CIC :
Para la formulación del dogma de la Trinidad, la Iglesia debió crear una terminología propia con ayuda de nociones de origen filosófico: “substancia”, “persona” o “hipóstasis”, “relación”, etc.
Al hacer esto, no sometía la fe a una sabiduría humana, sino que daba un sentido nuevo, sorprendente, a estos términos destinados también a significar en adelante un Misterio inefable, “infinitamente más allá de todo lo que podemos concebir según la medida humana” (Pablo VI, Credo del Pueblo de Dios, 2).
Una vez aclarado la doctrina Católica vamos a adentrarnos en la Sagrada Escritura y lo vamos a hacer desde el comienzo de esta, recordemos que la Revelación Divina se hizo de una manera gradual y progresiva por eso queremos hacer un recorrido por la Biblia desde Génesis hasta llegar a los testimonios más primitivos de la Iglesia y su comienzo.
Génesis 1:1
En el principio, cuando Dios creó los cielos y la tierra,
La Escritura en su primer libro del AT se presenta como Elohim “Dios” la Vulgata los traduce así también (Deus), es un sustantivo en plural y su forma gramatical plural intensiva desde una raíz primitiva (El) común a todas las lenguas semíticas, ese título traducido al castellano seria “el Poderoso”, o “el Fuerte”, el nombre define la esencia de la persona en el pueblo judío, un ejemplo, Moisés (sacado de las aguas Éxodo 2:5), Dios ya se daba a conocer pero de una manera muy primitiva aún, este nombre aparece en las Escrituras unas 2600 veces.
Como hemos dicho Dios se iba mostrando y dando a conocer, para apoya el punto anterior lo vamos a ver en los siguientes pasajes bíblicos que me parecen realmente interesante, seguimos en Génesis viendo esa pluralidad dentro del Dios Único, Creador de todas las cosas (Sal 33:6;104:30; Gn 1:2-3).
Génesis 1:26
Y dijo Dios: «Hagamos al ser humano a nuestra imagen, como semejanza nuestra, y manden en los peces del mar y en las aves de los cielos, y en las bestias y en todas las alimañas terrestres, y en todas las sierpes que serpean por la tierra.
La palabra usada para ” hagamos ” es נַֽעֲשֶׂ֥ה (Strong hebreo #6213 pagina 622) transliterado seria “Asá”, la Vulgata al Latín lo traduce así “et ait faciamus” y podemos ver cómo Dios se muestra dentro de su Unidad, plural, ya que no tendría ningún sentido que Dios se manifieste así de ser un Dios “solitario” sino que Elohim es uno de estos plurales de abstracción del que el hebreo y otras lenguas semíticas proporcionan muchos ejemplos y denota “un plural de plenitud e intensidad semítico” dejando fuera de lugar toda idea de politeísmo.
En el siguiente versículo vv 27 el autor sagrado usa el verbo בָּרָא (creó) transliterado seria “Bara” es un verbo en singular mostrando que es un solo Dios creando, vamos a ver cómo las tres personas divinas crean, cualidad solo de Dios, creador de todas las cosas.
El siguiente pasaje Dios sigue manifestándose y dándose a conocer a su Pueblo, contemplemos el siguiente pasaje, seguimos en Génesis:
Génesis 18:1-3
[1]Yavé se presentó a Abrahán junto a los árboles de Mambré mientras estaba sentado a la entrada de su tienda, a la hora más calurosa del día.
[2]Al levantar sus ojos, Abrahán vio a tres hombres que estaban parados a poca distancia. En cuanto los vio, corrió hacia ellos y se postró en tierra,
[3]diciendo: «Señor mío, si me haces el favor, te ruego que no pases al lado de tu servidor sin detenerte.
Observemos a Abraham, dice la Escritura que vio a Yahvé representado en tres personas paradas a corta distancia y corrió hacia “ellos”, recalcamos este pronombre personal esta en plural, y veamos a quien reconoce en esta escena, llegó a ellos y se postró rostro en tierra y lo reconoció como a Dios mismo exclamando “Señor mio”.
Pasamos al libro del Profeta Isaías:
Isaías 48:16
[16]Acercaos a mí y escuchad esto: Desde el principio no he hablado en oculto, desde que sucedió estoy yo allí. Y ahora el Señor Yahveh me envía con su espíritu.
El Profeta recoge estas palabras de parte de la segunda persona de la Santísima Trinidad, el vv.12 se presenta como “el primero y el último”, recordándonos sus mismas palabras deApocalipsis 1:8, y Dios mismo que habla dice que “Yahvé” (el Padre) lo envía con su Espíritu, sería ilógico pensar qué Jesús se enviara solo ¿no creen?, vean:
San Juan 20.21
[21]Jesús les volvió a decir: «¡La paz esté con ustedes! Como el Padre me envío a mí, así los envío yo también.»
Antes de entrar al evangelio de San Juan de gran riqueza teológica nos vamos a detener en el evangelio según San Mateo, para observar a las tres Divinas personas manifestándose (Teofanía):
San Mateo 3:16-17
[16]Una vez bautizado, Jesús salió del agua. En ese momento se abrieron los Cielos y vio al Espíritu de Dios que bajaba como una paloma y se posaba sobre él.
[17]Al mismo tiempo se oyó una voz del cielo que decía: «Este es mi Hijo, el Amado; éste es mi Elegido.»
Mateo nos muestra esta manifestación de la Trinidad, Jesús sale de las aguas mientras el Espíritu Santo se posaba sobre Él, y en ese momento se oyó la voz del Padre, ¿Como sería esto si Dios es una Unicidad cómo sostiene esta rama pentecostal?
En el siguiente pasaje vamos a ver como Jesús se “desmarca” de la creencia “unicitaria” y va a diferenciarse claramente con el Padre:
San Juan 8.17-18
[17]En la Ley de ustedes está escrito que con dos personas el testimonio es válido.
[18]Yo doy testimonio de mí mismo, y también el Padre que me ha enviado da testimonio de mí.»
Jesús es Dios, eso no lo pueden negar los Unicitarios, pero es Hijo del Padre, y si es Hijo no es Padre, ilógico es que Jesús fuera engendrado por el mismo ya que no sería Hijo además de absurdo.
La pluralidad en Dios, es claramente enseñada en el nuevo testamento; Juan 14:23 Jesús respondió, y le dijo: Si alguno Me ama, guardará Mi palabra; y Mi Padre lo amará, y VENDREMOS a él, y HAREMOS con él morada… Juan 17:21 Para que todos sean uno; como Tú, oh Padre, en Mí, y Yo en Ti, que también ellos sean uno en NOSOTROS; para que el mundo crea que Tú Me enviaste…
Hay también distintas funciones entre los miembros o personas de la Trinidad. Por ejemplo, el Padre elige a quienes serán salvos; Efesios 1:4 según nos escogió en Él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de Él, en amor… el Hijo (el Verbo) los redime; Efesios 1:7 en quien tenemos redención por su sangre, la remisión de pecados, según las riquezas de su gracia… y el Espíritu Santo los santifica; 1 Pedro 1:2 según el previo conocimiento de Dios Padre, por la obra santificadora del Espíritu, para obedecer a Jesucristo y ser rociados con su sangre: Que la gracia y la paz os sean multiplicadas.
Juan 17:5 Ahora pues, Padre, glorifícame tú en tu misma presencia, con la gloria que yo tenía en tu presencia antes que existiera el mundo.
En este pasaje Jesús Hijo de Dios, oró al Padre, pidiéndole al Padre que lo glorificara con la gloria que tenia en la presencia del Padre antes que el mundo existiese, es decir, Jesús el verbo de Dios en la eternidad antes que el mundo existiese estaba con el Padre, hay que notar que Jesús hace una clara diferencia personal, el dice “YO TENIA EN TU PRESENCIA” antes que existiera el mundo, ósea en la eternidad, Jesús NO dijo: que yo tenia siendo tu… esto demuestra que en Dios hay pluralidad, y siempre la hubo.
Jesucristo nos revela que Dios es «Padre», no sólo en cuanto es Creador del universo y del hombre sino, sobre todo, porque engendra eternamente en su seno al Hijo, que es su Verbo, «resplandor de su gloria e impronta de su sustancia» (Hb 1, 3). (Catecismo de la Iglesia Católica # 240-243)
La palabra usada en Hebreos 1:3 para sustancia en griego es HIPÓSTASIS, ósea de la misma naturaleza del Padre, lo que nos muestra qué son Dios, consubstancial con el Padre de no ser así, Jesús sería una Criatura creada por Dios pero no seria Dios, esta palabra en términos teológicos es correcto para designar a cada una de las personas del Dios Trino, aunque para designar la naturaleza Divina habría que recurrir al griego antiguo dónde encontramos la palabra οuσία -Ousío ” siendo este termino más adecuado filosóficamente hablando.
En Hechos de los apóstoles la Escritura nos enseña que el Espíritu Santo es Dios:
Hechos 5:3-4
[3]Pedro le dijo: «Ananías, ¿cómo es que Satanás llenó tu corazón para mentir al Espíritu Santo, y quedarte con parte del precio del campo?
[4]¿Es que mientras lo tenías no era tuyo, y una vez vendido no podías disponer del precio? ¿Por qué determinaste en tu corazón hacer esto? Nos has mentido a los hombres, sino a Dios.»
El Espíritu Santo es completamente Dios y no una división de este sino Dios completamente capaz de participar en la Creación, veamos a la Trinidad en plena “faena” creadora.
Volvamos a Génesis:
Génesis 1:1-3
[1]En el principio, cuando Dios creó los cielos y la tierra,
[2]todo era confusión y no había nada en la tierra. Las tinieblas cubrían los abismos mientras el espíritu de Dios aleteaba sobre la superficie de las aguas.
[3]Dijo Dios: «Haya luz», y hubo luz.
En el vv.1 vemos a Dios Padre creando el cielo y la tierra tal como recitamos en nuestra profesión de Fé en Misa, mientras el Espíritu Santo “aleteaba y sobrevolaba las aguas”, y Dios mediante su Palabra creaba, ¿Quien es esa Palabra?, Pues San Juan en el prólogo de su evangelio nos lo dice:
San Juan 1:1-3
[1]En el principio era la Palabra, y la Palabra estaba ante Dios, y la Palabra era Dios.
[3]Por Ella se hizo todo, y nada llegó a ser sin Ella. Lo que fue hecho.
San Juan nos enseña que el Hijo es co-eterno junto al padre y diferencia claramente las dos personas, y enseña de Jesús qué ” todo lo creó Él y para Él (Col 1:16), diferenciadas estas cuestiones vamos a ver quien es el Espíritu Santo en las próximas lineas.
El Espíritu Santo es persona El Espíritu habla: Apoc 2:7. El Espíritu hace intercesión Rom 8:26, llama a los misioneros, cuida a la iglesia, y dirige la vida práctica de los apóstoles y de toda la iglesia. (Hechos 13:2; 16:6,7; 20:2).
El Espíritu Santo como persona que es puede ser entristecido (Efe. 4:30); Insultado (Hebreos 10:29) Blasfemado y ofendido (Mt. 12:31,32) y recordemos que la blasfemia es una injuria a Dios, no a cualquier cosa, y es Jesús mismo quien llama ser Divino al Espíritu Santo, cuidado con esto por qué este pecado según palabras de Nuestro Señor Jesús “no se perdona ni en esta vida ni en la futura”.
Esta aclaración es sumamente importante porque, como ha puesto de relieve Bernard de Margerie, “la Iglesia ordena la no absolución, ni siquiera en peligro de muerte, a quien ignore este misterio por negligencia culpable, incluso si hubiera creído antes en él, ya que considera que la muerte de cada hombre ha de ser una muerte trinitaria, una última profesión de fe en el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo” (La Trinité Chretienne dans l´Histoire. Edt Beauchesne. París 1.975, pag. 468).
El gran San Agustín Padre y Doctor de la Iglesia dijo algo qué perfectamente encaja en el problema con la nueva corriente anti-Trinitaria en uno de sus tratados sobre la Trinidad:
” Pero algunos se turban cuando oyen decir que el Pa-dre es Dios, que el Hijo es Dios y que el Espíritu Santo es Dios, y, sin embargo, no hay tres dioses en la Trinidad, sino un solo Dios; y tratan de entender cómo puede ser esto; especialmente cuando se dice que la Trinidad actúa inseparablemente en todas las operaciones de Dios.”
San Agustín, en su Obra sobre la Trinidad, pag.141.
Conclusión:
Creo que hemos dado la respuesta que este tema necesitaba ante tanta confusión existente, la Santísima Trinidad lo merecía, este Misterio insondable e inalcanzable para la mente humana, y cómo enseña San Pablo en 1 Cor 13:12 que “ahora vemos por un espejo, oscuramente, mas lo veremos cara a cara” y que sólo iluminados por la Fé podemos entender este Misterio Trinitario.
Escrito por: José Manuel Gutiérrez Arcos
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