EN EL PRINCIPIO ERA EL LOGOS…….Y EL LOGOS ERA DIOS.
Griego koiné Ἐν ἀρχῇ ἦν ὁ λόγος, καὶ ὁ λόγος ἦν πρὸς τὸν θεόν, καὶ θεός ἦν ὁ
λόγος./Transliteración griega En archē ēn ho Lógos, kai ho Lógos ēn pros ton Theón, kai
Theós ēn ho Lógos.
En Español “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y Dios era el Verbo.”
EL Evangelio de San Juan tiene la más alta de toda la cristología. Aquí Jesús es el Hijo
Unigénito de Dios, el Camino, la Verdad, la Vida, la vid verdadera, etc. En 1:1, San Juan
identifica a Jesús como el Logos, el que hizo que la existencia del mundo creado fuera
posible.
En la comprensión cristiana pura de la cristología de San Juan, la concepción de que
Jesucristo es el Logos ha sido importante en el establecimiento de la doctrina de la
divinidad de Jesús, así como la de la Trinidad, como se establece en el Credo de
Calcedonia.
El debate sobre la naturaleza de Cristo del siglo I a través del Concilio de Calcedonia (451
d. C.) debe entenderse a la luz de la visión del mundo dominante de la filosofía Platonica.
El prólogo del Evangelio de San Juan es un preludio teologico de Jesus.
• La previa existencia de la Palabra (1:1-2; véase también 17:5)
• Dios/Verbo y Padre/Hijo como distintos pero, al mismo tiempo, uno (1:1; véase también
17:21-22)
• Jesús como Dios (1:1, 18; véase también 20:28)
• Vida (1:4; véase también 3:16; 5:21-39; 6:40; etcétera).
• Luz (1:4; 1:9; véase también 8:12; 9:5)
• La lucha entre la luz y las tinieblas (1:5; véase también 3:19-21)
• La fuerza de la luz sobre la oscuridad (1:5; véase también 12:35)
• La relación entre Jesús y Juan Bautista (1:6-8; 1:15; véase también 1:19-34)
• Rechazo (1:11; véase también 4:44)
• El milagro de poder ver la gloria de Dios (1:14; véase también 12:41)
• Jesús como el unigénito Hijo de Dios (1:18; véase también 3:16)
San Juan 1:1 comienza con las mismas palabras de Génesis 1:1: en arjé, “En el principio”.
Juan claramente quiere llamar la atención del lector a Génesis capítulo 1. Jesús estaba allí
antes que todas las cosas. El Gensis y el Evangelio de San Juan comienzan de la misma
forma “en el principio”/Bereshit.
En Génesis 1:1 Dios es el centro de la atención: “En el principio creó Dios …” Así también
en Juan 1:1: “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.” La
diferencia es que mientras que Génesis presenta la persona de Dios de forma de unidad,
San Juan desarrolla este concepto para explicar que Dios está compuesto de dos personas
al menos, el Padre, que aquí llama “Dios”, y Jesús, el Logos, que también es Dios. (La
Revelación es progresiva en esos tiempos)
El sustantivo lógos, “Palabra” o “Verbo” , usado aquí como un título para Jesús, también se
origina en la historia de la Creación. El verbo griego afín lego, “hablar”, del cual deriva el
sustantivo lógos, aparece 11 veces en Génesis 1 (Gen 1:3,6,9,11,14,20,22,24,26,28,29) y
siempre en relación con actos creativos de Dios.
Del mismo modo, lógos se utiliza en otros lugares en referencia a la creación: “Por la
palabra [lógos] del Señor fueron hechos los cielos, y por el aliento de su boca todo el
ejército de ellos” (Sal 33:6). Vinculando a Jesús como el Logos con el lógos de Dios que
trajo todo a la existencia, Juan hace de Jesús el agente que actúa en la obra de la
Creación.
San Juan continúa su himno a Jesús con una referencia adicional a la Creación: “Todas las
cosas fueron hechas [egéneto] por él, y él sin nada de lo que fue hecho [egéneto] ha sido
hecho [gégonen]” (Juan 1:3). En este versículo, Juan usa tres veces las formas del verbo
gínomai, “hacer”. Este verbo es el mismo que se utiliza profusamente en Gen 1 (23 veces)
con relación a la obra creadora de Dios. El hecho de que Juan aclara que “todas las cosas”
han sido hechas por Jesús, no deja espacio para medios alternativos del origen de la vida.
Es hecha por El!
Como tal, el uso del verbo gínomai por Juan también aclara el concepto de que Jesús es el
que por el cual se realiza la obra de la Creación.
San Juan añade: “En él estaba la vida [zoé], y la vida [zoé] era la luz de los hombres” (Juan
1:4). La doble referencia a zoé no es accidental. En la historia de la creación, Dios insufló
en las narices de Adán el “aliento de vida” [pnoēn zoēs] (Génesis 2:7) y Adán se convirtió
en un “ser vivo” [psujēn zōsan]. Él no posee la vida por su propia voluntad, sino que la
recibió de Dios. Cuando Eva fue creada a partir de Adán, éste la llamó “Eva” (“vida”, de zoé
en la version de los Setenta), porque “ella era la madre de todos los vivientes” (Gen 3:20).
La comparación entonces es como sigue: todos los seres humanos deben su vida a Eva,
ya que ella es la madre de todos, y ella a su vez fue creada del costado de Adán. Adán, a
su vez, recibió la vida de Dios. En ese sentido, la vida de todos los seres humanos
proviene de Dios, el creador de la vida. Por el contrario, Jesús tiene vida en sí mismo, su
vida no ha sido creada ni tomada de nadie; es esa vida la que fue compartida con Adán y
con todo el orden creado.
Pero ante todo el Prólogo resume como el ‘Verbo que estaba con Dios en el principio entró
en la esfera del tiempo y de la historia, es decir, como el Hijo de Dios fue enviado al mundo
para que la gloria y gracia de Dios fueran reveladas de manera única y perfecta. El resto
del libro simplemente desarrolla este tema.
“Y el Verbo fue hecho carne” (sarx en Griego) Esta declaración es muy importante. Sarx
(san Juan utiliza mucho esta palabra en el capitulo 6) es una palabra.
Para los dualistas griegos y los Gnostico, quienes creen que toda materia es mala, pensar
que Dios se convierta en sarx es algo inimaginable. San Pablo utiliza sarx para referirse a
los pecados de la carne, pero también dice que Dios “enviando á su Hijo en semejanza de
carne de pecado, y á causa del pecado, condenó al pecado en la carne” (Romanos 8:3).
Es como si Dios ha bajado a nuestras basura para sacarnos de nuestra propia inmundicia.
San Juan puede haber usado este lenguaje algo extraño, en parte, para contestar las
herejías gnósticas o docéticas que negaban la humanidad de Jesus.
El Verbo haciéndose carne es la culminación de la revelación de Dios. Dios, quien antes
habló por medio de los profetas, ahora habla a través de su hijo (Hebreos 1:1-2).
“y habitó (eskenosen – residió en el tabernáculo) entre nosotros” (v. 14b). “Versículo 14b…
se debe leer acompañado de v. 1… El Verbo que era con Dios ahora reside con ‘nosotros,’
seres humanos como él mismo, de nuevo, una declaración que se refiere a dos mundos
muy diferentes – el mundo de Dios y el nuestro. Entre estos dos mundos existe un gran
abismo, aparentemente incapaz de cruzarse (Lucas 16:26). No obstante, Dios, por amor,
une estos dos mundos utilizándose a si mismo como material para construir el puente. Es
el unico que lo puede hacer.
Esta palabra, eskenosen, se usaba para decir en el AT “residió en el tabernáculo. Mientras
erraban por el desierto, Dios mandó a los israelitas que construyeran un tabernáculo – un
santuario que sirviera de símbolo de la presencia de Dios entre ellos (Éxodo 25-27) – y el
precursor del templo de Jerusalén. El Versículo 14 declara que el Dios que una vez residía
entre ellos en el tabernáculo y el templo ahora elige vivir entre ellos por medio de la sarx de
Jesús. En 2:19-22, Jesús deja claro que su sarx sobrepasa el tabernáculo y el templo.
“y vimos su gloria” .
En el Antiguo Testamento, Moisés pidió ver la gloria de Jesús, y fue permitido ver la
bondad de Dios, pero no su cara – “porque no me verá hombre, y vivirá” (Éxodo 33:20).
Ahora, sin embargo, se nos permite ver la gloria de Jesús , y su cara, y así el Padre se nos
revela por completo, porque, “El que me ha visto, ha visto al Padre” (14:9).
Jesús era parte y gozaba de la gloria de su Padre desde el principio, aún antes de la
creación (17:5). Sus obras en la tierra revelan la gloria del Padre y el Hijo (2:11; 11:4, 40).
Hablará de su muerte como su glorificación (12:23; véase también 7:39; 13:31; 14:13; 17:4,
10).
“Los otros Evangelios relatan la gloria de Dios viniendo a nosotros en la transfiguración.
San Juan no relata esto, porque él ve la gloria de Dios en todo lo que Jesús dice y hace; la
hora suprema en que Jesús será glorificado es la crucifixión. Curioso, la Glorificacion de
Jesus es la Cruz, para eso vino. Su obediencia a su Padre es su gloria. “gloria como del
unigénito del Padre (monogenous – uno y único hijo), lleno de gracia y de verdad” .Que el
único Hijo de Dios Padre está lleno de gracia y de verdad es otra manera de demostrar su
relación íntima con Dios. Porque Dios es la suma fuente de gracia, como amor benéfico
que radia hacia fuera, y los cimientos de la verdad, como lo verdadero y digno de
confianza, al contrario de todo lo falso
Amen+