El otro día hablando con un amigo que está en el proceso de conversión me
preguntaba que si Stalin se hubiera convertido y arrepentido antes de
morir si tendría posibilidades de ir al cielo, yo le contestaba que la salvación
de CRISTO en la cruz es para todo aquel que se convierte y se arrepiente de
corazón y él me repostaba que eso no era justicia, como Stalin después de
tantos crímenes y tato dolor creados por el se podía ganar el cielo igual que
la madre Teresa, que DIOS era justicia y que evidentemente eso no lo era.
Yo le expliqué como en la parábola de los viñadores (San Mateo 20 1-16)
Jesús dice que le pagara igual a los que llegaron a trabajar de último, que a
los primero y él con mucha lógica me contestaba que en el caso hipotético
de Fidel Castro, el no había trabajado en la viña, pues no había hecho la
voluntad del SEÑOR hasta el último momento. Ante toda esa confusión le di
gracias al SEÑOR por la sabiduría de la iglesia Católica que iluminada por el
ESPÍRITU SANTO tiene como parte de su Doctrina el Purgatorio y le
explique:
Purgatorio es un lugar intermedio de PURIFICACIÓN donde van los que han
sido SALVOS por los méritos de la Sangre de CRISTO y por el
arrepentimiento de sus pecados, fíjense que digo los que han sido S A L V O
S, muchos hermanos Protestantes creen que el purgatorio es el infierno de
donde no hay salida ni oportunidad alguna de restauración, no, al
purgatorio va los que han sido definitivamente salvados por los méritos de
la Sangre de nuestro SEÑOR; pero tienen mucho de que responder como el
hipotético caso del señor Castro, de este lugar no saldrá hasta que se haya
purificado.
Tenemos que tener algo muy en cuenta para entender que es este proceso
de purificación, cuando uno peca siempre causa daños a un tercero,
muchas veces estos daños son muy serios y dolorosos. Siempre que uno se
arrepiente el Señor perdona, pero este perdón lleva condicionado la
Retribución, que es la Retribución? Es el restituir y subsanar el daño
causado. Por ejemplo, yo me robo 10,000 dólares de una empresa y me
arrepiento, pues tengo que retornar estos $ 10,000 a su dueño, no puedo
arrepentirme, confesarme e irme a Cancún con el dinero! Eso es la
retribución condicionada al perdon.Hay pecados que no pueden ser
retribuibles, como el asesinato por ejemplo, de estos pecados no
retribuidos y perdonados nos purificamos en el Purgatorio pues eso lo
debemos a la santidad de Dios, me imagino que la misma alma estará
deseosa de esta purificación.
- El purgatorio, tiene base Bíblica o es invento de los católicos?
La Iglesia Católica y Apostólica no inventa ninguna doctrina si no tiene una
base Bíblica podemos comenzar con:
- Lucas 12,58-59*
“ 58 Cuando vayas, pues, con tu adversario al magistrado, procura en el
camino desembarazarte de el, no sea que te entregue al juez, y el juez te
ponga en manos del alguacil, y el alguacil te arroje en la cárcel. 59 Te digo
que no saldrás hasta que hayas pagado hasta él último OCHAVO.”
Jesús hablando de las señales de los tiempos dice que tengamos cuidado
del que no se nos arroje a la cárcel y no salgamos hasta pagar él ultimo
OCHAVO, o sea si del infierno no se sale y no pagamos nada, tiene que
existir un lugar donde se pague esta deuda y al mismo tiempo nos aconseja
por el camino desembarazarte del adversario es importante pues vamos a
ver más adelante que significa esto.
- San Mateo 18,21-35
“21 Entonces se le acercó PEDRO y le preguntó: SEÑOR cuántas veces he de
perdonar las ofensas de mi hermano? Hasta siete veces? 22 Jesús le
contestó: Note digo siete, sino setenta y siete veces. 23 Por esto se asemeja
el reino de los cielos a un rey que quiso tomar cuentas a sus siervos. 24 Al
comenzar a tomarlas se le presentó uno que le debía diez mil talentos. 25
Como no tenia con que pagar, mandó el señor que fuese vendido el, su
mujer y sus hijos y todo cuanto tenía y saldar la cuenta. 26 Entonces el
siervo, cayendo de hinojo, dijo: Señor, dame espera y te lo pagaré todo. 27
Compadecido el señor del siervo aquel le despidió, perdonó la deuda y lo
puso en libertad.
28 Pero al salir, aquel siervo se encontró con unos de sus compañeros que le
debía cien dinares, y, agarrándolo intentaba ahogarlo al tiempo que decía:
Paga lo que debes. 29 De hinojos le suplicaba su compañero, diciendo:
Concédeme un plazo y te pagaré. 30 Pero el se negó, y le hizo encerrar en la
prisión hasta que pagara la deuda. 31 Viendo esto sus compañeros, les
desagrado mucho y fueron a contar a su señor todo lo que pasaba. 32
Entonces solee llamar el señor y le dijo: Mal siervo, te condoné yo toda tu
deuda porque me lo suplicaste. 33 No convenía, pues que tuvieras tu piedad
de tu compañero, como la tuve yo de ti? 34 E irritado, le entregó a los
torturadores hasta que pagase toda la deuda. 35 Así hará con vosotros mi
PADRE celestial si no perdonare cada uno ha su hermano de todo corazón.”
En este Capítulo de San Mateo 18,21-35 vemos como el Señor aclara en el
versículo 23 que el reino de los cielos se asemeja a lo que va a exponer se
refiere al Reino de los cielos y comienza la historia del hombre injusto y si
vemos en el versículo 34 que lo entrega a los torturadores hasta que pague
todo lo que debe, como en el cielo no puede haber “torturadores” y está
hablando de este reino tiene que haber un lugar para los SALVADOS con
algo de que purificarse adonde ir, este lugar es el Purgatorio, el que la
SANGRE de CRISTO nos limpie de todo pecado y nos de la salvación
evidentemente es el plan de DIOS , que en justicia paguemos el sufrimiento
causado por el pecado.
Uno de los versículos mas contundentes sobre la fe de una purificación
espiritual para los salvos que la necesitan la encontramos en:
I Corintios 3: 9-15:
“9 Porque nosotros somos colaboradores de Dios, y vosotros sois labranza
de Dios, edificio de Dios. 10 Conforme a la gracia de Dios que me ha sido
dada, yo como perito arquitecto puse el fundamento, y otro edifica encima;
pero cada uno mire cómo sobreedifica. 11 Porque nadie puede poner otro
fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo. 12 Y si sobre este
fundamento alguno edificare oro, plata, piedras preciosas, madera, heno,
hojarasca, 13 la obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la
declarará, pues por el fuego será revelada; y la obra de cada uno cuál sea,
el fuego la probará. 14 Si permaneciere la obra de alguno que sobreedificó,
recibirá recompensa. 15 SI LA OBRA DE ALGUNO SE QUEMASE, él sufrirá
pérdida, si bien él mismo será salvo, AUNQUE ASI COMO POR FUEGO”
San Pablo nos habla de una purificación por un fuego que al igual que en los
metales quita las impurezas, este no puede ser el Infierno pues en el no hay
purificación ni retorno así que acá se debe estar hablando del lugar que la
Iglesia ha definido como Purgatorio.
El Senor le dijo a los Apostoles en San Juan 16, 12-14
“ 2 Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis
sobrellevar. 13 Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la
verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo
que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir. 14 El me glorificará;
porque tomará de lo mío, y os lo hará saber.”
Jesus es muy claro. El no les puede explicar las verdades de la Fe hasta que
no descienda el Espiritu Santo. Esto ocurrio en Pentecostes y a partir de ahí
el Espiritu Santo le fue revelando a esta todas las verdades, entre ellas esta
de la Purificacion final.
Desde el comienzo de nuestra Iglesia esta revelación de Purificacion estuvo
presente, por eso vemos que:
- EL POR QUE DE LAS MISAS Y ORACIONES A LOS DIFUNTOS
La misa tiene un valor infinito pues es CRISTO nuevo y sumo sacerdote que
se ofrece al PADRE e intercede por los hombres, esta intercesión de CRISTO
nosotros la aplicamos al igual que las oraciones para que el Señor libere a
estas alma del Purgatorio las lleve al cielo, si el alma esta en el infierno
nuestras oraciones no sirven de nada, solo para las que están en espera de
entrar en el reino de los cielos por ser definitivamente salvas, las
indulgencias aplicadas a las almas del purgatorio se explican en el pasaje
que el Señor le dice a PEDRO ” Lo que ates en la tierra será atado en el
cielo” luego la iglesia tiene el poder de desatar estas almas del Purgatorio y
llevarlas al Señor, si nuestros hermanos protestantes no saben utilizar este
poder dado por El mismo Señor, el cual no se contradice ni cambia de
parecer la iglesia como el siervo astuto del evangelio si sabe para
santificación de sus fieles.
- La Tradición de la Iglesia, que se remonta a los primeros años del
cristianismo, ya habla del Purgatorio y la conveniencia de orar por los
difuntos. El mismo San Agustín, en el siglo IV nos lo recomienda cuando
decía:
Una flor sobre su tumba se marchita, una lágrima sobre su recuerdo se
evapora. Una oración por su alma, la recibe Dios.” San Agustín
Cuenta San Agustín que su madre Santa Mónica lo único que les pidió al
morir fue esto: “No se olviden de ofrecer oraciones por mi alma”
Cuando a San Agustín le preguntaron: “¿Cuánto rezarán por mí cuando yo
me haya muerto?”, y él le respondió: “Eso depende de cuánto rezas tú por
los difuntos. Porque el evangelio dice que la medida que cada uno emplea
para dar a los demás, esa medida se empleará para darle a é”
Muy conocida es también la oración de San Agustín por las almas del
purgatorio:
“Dulcísimo Jesús mío, que para redimir al mundo quisisteis nacer, ser
circuncidado, desechado de los judíos, entregado con el beso de Judas,
atado con cordeles, llevado al suplicio, como inocente cordero; presentado
ante Anás, Caifás, Pilato y Herodes; escupido y acusado con falsos testigos;
abofeteado, cargado de oprobios, desgarrado con azotes, coronado de
espinas, golpeado con la caña, cubierto el rostro con una púrpura por burla;
desnudado afrentosamente, clavado en la cruz y levantado en ella, puesto
entre ladrones, como uno de ellos, dándoos a beber hiel y vinagres y herido
el costado con la lanza. Librad, Señor, por tantos y tan acerbísimos dolores
como habéis padecido por nosotros, a las almas del Purgatorio de las
penas en que están; llevadlas a descansar a vuestra santísima Gloria, y
salvadnos, por los méritos de vuestra sagrada Pasión y por vuestra muerte
de cruz, de las penas del infierno para que seamos dignos de entrar en la
posesión de aquel Reino, adonde llevasteis al buen ladrón, que fue
crucificado con Vos, que vivís y reináis con el Padre y el Espíritu Santo por
los siglos de los siglos. Amén.” San Agustín
Una de las explicaciones que San Agustín basándose en las Escrituras de la
doctrina del purgatorio fue:
“algunos pecadores no son perdonados ni en este mundo o en el próximo
“que a algunos pecadores no se les perdonarán sus faltas ya sea en este
mundo o en el próximo no se podría decir con verdad a no ser que hubieran
otros (pecadores) quienes, aunque no se les perdone en esta vida, son
perdonados en el mundo por venir.” San Agustín
Muy similar a la explicación de San Gregorio Magno:
“Si Jesucristo dijo que hay faltas que no serán perdonadas ni en este mundo
ni en el otro, es señal de que hay faltas que sí son perdonadas en el otro
mundo. Para que Dios perdone a los difuntos las faltas veniales que tenían
sin perdonar en el momento de su muerte, para eso ofrecemos misas,
oraciones y limosnas por su eterno descanso”. San Gregorio Magno
Realmente hay referencias al purgatorio incluso de mucho tiempo atrás. En
el relato de la Pasión de Santa Tecla y Santa Felicidad (ANF,III:701-702),
escrito en el año 202 se habla del purgatorio. Clemente de Alejandría
también lo hace ese mismo año en su explicación de que consiste el
purgatorio (Stromata,6:14,in ANF,II:504). E incluso antes de esa fecha, en el
año 160 leemos en los Hechos de Pablo y Tecla una petición de intercesión
para que una cristiana fallecida fuera trasladada el lugar de los justos
(ANF,VIII:490)
También hay referencias de Tertuliano en “De corona militis” donde
menciona las oraciones para los muertos como una orden Apostólica y en
“De Monogamia” (cap. x, P. L., II, col. 912) y aconseja a una viuda “orar por
el alma de su esposo, rogando por el descanso y participación en la primera
resurrección”; además, le ordena ” hacer sacrificios por él en el aniversario
de su defunción,”
La explicación de Orígenes también es muy clara:
“Porque si sobre la base de Cristo, haz construido no sólo oro y plata sino
piedras preciosas (I Cor., 3); sino también madera, caña o paja ¿qué es lo
que esperas cuando el alma sea separada del cuerpo? ¿Entrarías al cielo
con tu madera y caña y paja y de este modo manchar el reino de Dios? ¿ o
en razón de estos obstáculos podrías quedarte sin recibir premio por tu
oro y plata y piedras preciosas? Ninguno de estos casos es justo. Queda
entonces, que serás sometido al fuego que quemará los materiales
livianos; para nuestro Dios, a aquellos que pueden comprender las cosas
del cielo está llamado el fuego purificador
Pero este fuego no consume a la creatura, sino lo que ella ha construido,
madera, caña o paja. Es manifiesto que el fuego destruye la madera de
nuestras trasgresiones y luego nos devuelve con el premio de nuestras
grandes obras.” (Origenes P. G., XIII, col. 445, 448).
Lo mismo San Cirilo de Jerusalén (313–386 d.C):
“Entonces oramos por los Santos Padres y Obispos que han muerto; y
brevemente por todos aquellos que han dejado esta vida en nuestra
comunión; creyendo que las almas de aquellos por quienes oramos
reciben un gran alivio, mientras esta santa y tremenda víctima yace en el
altar.” San Cirilo de Jerusalén (Catechet. Mystog., V, 9, P.G., XXXIII, col.
1116)
San Gregorio de Niza (334-394 d.C) declara:
“Cuando el renuncia a su cuerpo y la diferencia entre la virtud y el vicio es
conocida, no puede acercarse a Dios hasta no haber purgado con fuego
que limpia las manchas con las cuales su alma está infectada. Ese mismo
fuego en otros cancelará la corrupción de materia y la propensión al mal”.
San Gregorio de Niza (P. G., XLVI, col. 524, 525)
En la misma época la Constitución apostólica en los formularios usados
para recorrer a los muertos dice:
“Oremos por nuestros hermanos que durmieron en Cristo, que Dios en su
amor por los hombres reciba el alma del que partió y le perdone todas sus
faltas, y por misericordia y clemencia lo reciba en el seno de Abraham, junto
con aquellos que, en esta vida, han agradado a Dios” (P. G. I, col. 1144).
En las catacumbas o cementerios de los primeros cristianos, hay aún
esculpidas muchas oraciones primitivas, lo que demuestra que los
cristianos de los primeros siglos ya oraban por sus muertos. Del siglo II es
esta inscripción: «Oh Señor, que estás sentado a la derecha del Padre,
recibe el alma de Nectario, Alejandro y Pompeyo y proporciónales algún
alivio». Tertuliano (año 160-222) dice: «Cada día hacemos oblaciones por
los difuntos». San Juan Crisóstomo (344-407) dice: «No en vano los
Apóstoles introdujeron la conmemoración de los difuntos en la celebración
de los sagrados misterios. Sabían ellos que esas almas obtendrían de esta
fiesta gran provecho y gran utilidad» (Homilía a Filipo, Nro. 4).
Otro hecho que contribuyo a la practica de orar por los difuntos fue que en
la Iglesia primitiva se pensaba que después del bautismo los pecados no
eran perdonados, por ese motivo las personas de vida irregular atrasaba su
bautismo hasta la hora de su muerte (ej. Constantino) más tarde en el siglo
III (252) y bajo el pastoreo del Papa Calixto I se definió tras escudriñar las
escrituras que después del bautismo si se tenían bases para asegurar que
por los méritos de la Sangre de JESÚS los pecados podían ser perdonados,
menos la blasfemia al ESPÍRITU SANTO, esto ocasionó otra controversia …
el pecado era perdonado; pero que pasaba con los daños causados a otros
por estos pecados cometidos después del bautismo y con plena conciencia
del mal?…….
Aquí fue y basado en Mateo 18, 21-35 que la Iglesia asistida por el ESPÍRITU
SANTO definió que existía un lugar donde los salvos purgaban o se
purificaban por el daño ocasionado a otros por el pecado cometido después
de la conversión y no retribuido.
Miremos a nuestros antespados en la Fe, el Pueblo de Israel, que
tambien persentian este estado espiritual de purificación:
- Gueinom ò “Gejena”.
En una ocasión leí un comentario del Rabino Andre Cheoraqui que afirmaba
que el mundo Occidental tenía prejuicios contra los
Fariseos, pero, esta corriente del Judaísmo era la que más se asemejaba a
las creencias cristianas en sus creencias: cielo, infierno, resurrección, juicio
de la carne y purgatorio entre otras. El rabino afirmaba que tales creencias
dentro el cristianismo son parte de la herencia del Apóstol San Pablo, que
antes de su conversión al cristianismo fue un fariseo.
El purgatorio es quizá una de las creencias más cuestionadas entre católicos
y no católicos, algunos dicen: “es un invento medieval”, “no aparece en las
escrituras”, etc., pero vale la pena hacer una
defensa de nuestra fe conociendo el antecedente católico y judío.
El “concepto” del purgatorio es parte de las creencias judías, pero esto no
significa que ellos definan el purgatorio de la misma forma en que la Iglesia
Católica lo define. Primero citemos lo que la Iglesia enseña para después
mencionar las creencias judías. La Iglesia afirma que el purgatorio es el
estado transitorio de purificación necesaria para aquellos que, habiendo
muerto en gracia de Dios y teniendo segura su salvación, necesitan mayor
purificación para llegar a la santidad necesaria para entrar en el cielo. Esta
purificación es totalmente distinta al castigo del infierno. El purgatorio es
doctrina de fe formulada en los Concilios de Florencia (cf. DS 1304) y de
Trento (cf. DS 1820; 1580).
“Los que mueren en gracia y amistad de Dios pero no perfectamente
purificados, sufren después de su muerte una purificación, para obtener la
completa hermosura de su alma” (Catecismo 1030).
En nuestros antepasados en la Fe, el Pueblo de Israel la imagen de la
Gehena como el lugar de castigo o la destrucción de los malvados se
produce con frecuencia en la Mishná en Kidushin 4.14, Avot 1,5; 5,19, 20,
Tosefta t. Bereshith 6,15, y Talmud de Babilonia b. Rosh Hashaná 16b: 7a;
segundo. Bereshit 28b.
La Gehena se considera un purgatorio -como lugar donde los malos van a
sufrir hasta que hayan expiado sus pecados. Se afirma que la cantidad
máxima de tiempo que un pecador puede pasar en el infierno es de un año.
También hay cuatro personas que no reciben una participación en Olam
Ha-Ba . Esas personas son Doeg el edomita , Aquitofel , Balaam , y Giezi .
El Rabino David Ben Israel explica la creencia judía:
“el purgatorio es el lugar a donde son enviadas las almas de aquellos que
pecaron. Existen allí siete niveles bien definidos, en los cuales se
hospedarán las almas de los pecadores, de acuerdo a la gravedad de las
faltas cometidas. Este purgatorio es un lugar que permite a las almas
purificarse, para luego poder ingresar al Jardín del Edén y disfrutar de las
excelencias que allí hay.
La cantidad de tiempo que deberá permanecer el alma en este sito
purificador depende de las faltas cometidas. Algunos deberán quedarse por
espacio de treinta días, otros sesenta, noventa, seis meses, o un año. (Tana
Dbei Eliahu 3 3)”.
Purgatorio en hebreo se llama «Gueinom» ò “Gejena”. Según el
centro de estudios judíos “Tora Emet” de acuerdo al Talmud el proceso de
purificación dura a lo más 11 meses. Por esa razón los judíos acostumbran
decir el Kaddish (oración de duelo) por 11 meses, después de este proceso
de purificación el alma se eleva.
Bajo el antecedente Judío podemos afirmar que la
Iglesia en sus concilios “no invento el dogma del purgatorio”, sino que puso
en claro una creencia heredada por los Apóstoles bajo los fundamentos de
la nueva alianza.
Termino con la paráfrasis de la respuesta que dio el rabino Jag Urim Sameaj
a un joven judío cuando se cuestiona la similitud entre ambas creencias en
torno al purgatorio:
“el hecho de que el cristianismo tenga similitud con la Tradición judía no
me sorprende, ¿acaso ellos no usan el Tanaj y lo llaman Antiguo
Testamento?, ò ¿Qué no sus apóstoles eran judíos de nacimiento y estaban
circuncidados según las leyes de Moisés?, cuando ellos en sus concilios se
refirieron al purgatorio deben saber que nosotros nos referíamos a él con
anterioridad porque es parte de la revelación que recibimos siglos atrás. En
parte está bien que adopten a Abraham, Moisés, a otros profetas y
creencias judías como propias, por algo Israel es llamado el pueblo
escogido”.
Nota: “Tanna Devei Eliyah” (en hebreo: תנא דבי אליהו) es el nombre
compuesto de un midrash, que consta de dos partes, cuya redacción final
tuvo lugar a fines del siglo X CE. La primera parte se llama “Seder Eliyahu
Rabbah” (31 capítulos); el segundo, “Seder Eliyahu Zuṭa” (15 capítulos).
http://construyen2.blogspot.com/2013/05/el-purgatorio-creencia-de-
judios-y.html
Todos los textos tomados de la Reina Valera por propósitos
apologeticos