Desde hace días anda circulando en el mentidero del Internet una noticia de un
supuesto Mesías” judío que había aparecido alarmando a muchos. Esta es la
realidad y la posibilidad:
Han sido engañados y esto los debe llevar a conocer la Santa Palabra de Dios,
hemos sido avisados por el mismo Señor:
“ “Porque surgirán falsos cristos y falsos profetas, que harán grandes señales y
prodigios, capaces de engañar, si fuera posible, a los mismos elegidos.”
Mateo, 24 –
No hay tal Mesías, según información recibida el nombre verdadero de ese
supuesto “Mesias”es, Gaón Shlomo Yéhouda Bééri, un joven rabino maestro de
una Yeshiva en Israel (centro de estudios de la Torá y del Talmud), muy respetado
en medio de la comunidad Judía ortodoxa jasídica, debido a que a sus 15 años, se
hizo famoso al convertirse en un experto en todas las partes de la Torah a
temprana edad, desde los 18 años este rabino se ha dedicado a dar lecciones en
diferentes sinagogas a lo largo de Israel. En el video se puede observar cómo el
pasado 28 de marzo, este rabino llegó al “Kotel” (muro de las lamentaciones en
Jerusalén) para iniciar la cuenta de Omer, es decir los 49 días o siete semanas
entre la fiesta de Pésaj (la pascua judía) y Shavuot (Pentecostés). Al arribar
muchos de sus seguidores se agolparon a su alrededor para mostrarle gestos de
admiración, de respeto y tomarle fotografías, vídeos, etc. Este evento fue
aprovechado por un canal de YouTube de tinte mesiánico jasídico, con sede en
Canadá, para lanzar la falsa noticia que el judaísmo ortodoxo había coronado o
proclamado al mesías, esto, reiteramos, es completamente falso, en primer lugar,
porque es una manipulación de lo que verdaderamente ocurrió, y en segundo
lugar porque según la creencia judía para que el mesías venga tienen que ocurrir
tres cosas:
- La reconstrucción del templo de Jerusalén (será reconstruido por el mismo
Mesías no por otros) - La vuelta de todo judío de la diáspora.
- El establecimiento de la paz en el mundo
Ahora bien, ¿que enseña la iglesia con respecto al final de los tiempos y la
segunda venida de Cristo? Según el catecismo de la Iglesia Católica en su numeral
673.
672 Cristo afirmó antes de su Ascensión que aún no era la hora del
establecimiento glorioso del Reino mesiánico esperado por Israel (cf. Hch 1, 6-7)
que, según los profetas (cf. Is 11, 1-9), debía traer a todos los hombres el orden
definitivo de la justicia, del amor y de la paz. El tiempo presente, según el Señor,
es el tiempo del Espíritu y del testimonio (cf Hch 1, 8), pero es también un tiempo
marcado todavía por la “tribulación” (1 Co 7, 26) y la prueba del mal (cf. Ef 5, 16)
que afecta también a la Iglesia (cf. 1 P 4, 17) e inaugura los combates de los
últimos días (1 Jn 2, 18; 4, 3; 1 Tm 4, 1). Es un tiempo de espera y de vigilia
(cf. Mt 25, 1-13; Mc 13, 33-37).
La última prueba de la Iglesia
675 Antes del advenimiento de Cristo, la Iglesia deberá pasar por una prueba final
que sacudirá la fe de numerosos creyentes (cf. Lc 18, 8; Mt 24, 12). La persecución
que acompaña a su peregrinación sobre la tierra (cf. Lc 21, 12; Jn 15, 19-20)
desvelará el “misterio de iniquidad” bajo la forma de una impostura religiosa que
proporcionará a los hombres una solución aparente a sus problemas mediante el
precio de la apostasía de la verdad. La impostura religiosa suprema es la del
Anticristo, es decir, la de un seudo-mesianismo en que el hombre se glorifica a sí
mismo colocándose en el lugar de Dios y de su Mesías venido en la carne (cf. 2
Ts 2, 4-12; 1Ts 5, 2-3;2 Jn 7; 1 Jn 2, 18.22).
676 Esta impostura del Anticristo aparece esbozada ya en el mundo cada vez que
se pretende llevar a cabo la esperanza mesiánica en la historia, lo cual no puede
alcanzarse sino más allá del tiempo histórico a través del juicio escatológico:
incluso en su forma mitigada, la Iglesia ha rechazado esta falsificación del Reino
futuro con el nombre de milenarismo (cf. DS 3839), sobre todo bajo la forma
política de un mesianismo secularizado, “intrínsecamente perverso” (cf. Pío XI,
carta enc. Divini Redemptoris, condenando “los errores presentados bajo un falso
sentido místico” “de esta especie de falseada redención de los más
humildes”; GS 20-21).
677 La Iglesia sólo entrará en la gloria del Reino a través de esta última Pascua en
la que seguirá a su Señor en su muerte y su Resurrección (cf. Ap 19, 1-9). El Reino
no se realizará, por tanto, mediante un triunfo histórico de la Iglesia (cf. Ap 13, 8)
en forma de un proceso creciente, sino por una victoria de Dios sobre el último
desencadenamiento del mal (cf. Ap 20, 7-10) que hará descender desde el cielo a
su Esposa (cf. Ap 21, 2-4). El triunfo de Dios sobre la rebelión del mal tomará la
forma de Juicio final (cf. Ap 20, 12) después de la última sacudida cósmica de este
mundo que pasa (cf. 2 P 3, 12-13).
San Pablo también es claro:
“ 51 He aquí, os digo un misterio: no todos dormiremos, pero todos seremos
transformados 52en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la trompeta final;
pues la trompeta sonará y los muertos resucitarán incorruptibles, y nosotros
seremos transformados. 53Porque es necesario que esto corruptible se vista de
incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad…”
La venida del Señor será en Gloria y no con un sombrero negro y gaban. Tampoco
el anticristo.
Las sectas y gentes semejantes al no tener liturgia ni nada hermoso que ofrecer a
sus seguidores los llena de fabulas. Esto creen a mercenarios de la Fe que viene a
expensa de sus ovejas y no creen a la Iglesia depositaria de la Doctrina de los
Apóstoles.
Asi han inventado la ciencia ficción de la Construcción del Tercer Templo que no
existirá jamás. ¿En que se basan? En estas palabras de Jesús:
“ “«Cuando veáis, pues, la abominación de la desolación, anunciada por el profeta
Daniel, erigida en el Lugar Santo (el que lea, que entienda),”
Mateo, 24
Por supuesto esto está “abominación desoladora anunciada por el Profeta Daniel”
está relacionado a la profanación del Santo de los Santos del Templo que ocurrió
cuando el Rey Antíoco Epifanes introdujo un ídolo en el Lugar Santísimo y sacrificio
puercos en el Altar de los Perfumes, como nos relata el 1r Libro de los Macabeos.
Ellos niegan que esto haya sucedido en tiempo de los Macabeos y espera que
suceda en un futuro ya que Jesús nos alerta que se profanara el Lugar Santísimo
del Templo y ellos asumen que para que esto suceda habrá que construir un Tercer
Templo. Están equivocados como en casi todo, esto proviene de la visión carnal
con que ellos estudian las escrituras. ¿Qué es un Templo?
Un Diccionario dice: “El término templo (del latín templum) designa
un edificio sagrado donde se adora”. Este edificio es Sagrado pues en el mora la
presencia de Dios. ¿Qué hacía “Sagrado” al Templo de Jerusalén? Pues la
presencia del Arca desde donde Dios hablaba de tiempo en tiempo con su pueblo
y donde se daba culto de adoración.
El Templo de Jerusalén estaba ligado al Pacto Mosaico, así su Sacerdocio y su
culto. Acabado el Pacto acabado el culto con su Sacerdocio y adoración. Por eso y
para eso se rasgo la cortina que separaba lo santo de lo santísimo. Ahora nuestro
Sumo Sacerdote es Cristo y de El viene el Sacerdocio de la Nueva Alianza.
Hablando San Pablo del Templo de Jerusalén nos dice en Hebreos 9 “ “.Todo ello
es una figura del tiempo presente, en cuanto que allí se ofrecen dones y
sacrificios incapaces de perfeccionar en su conciencia al adorad”
Hebreos, 9 . ¿Aquel Templo era PREFIGURA de este nuevo Templo, y donde esta
este nuevo Templo? San Pablo también nos lo dice: “11. Pero presentóse Cristo
como Sumo Sacerdote de los bienes futuros, a través de una Tienda mayor y más
perfecta, no fabricada por mano de hombre, es decir, no de este mundo. 12.Y
penetró en el santuario una vez para siempre, no con sangre de machos cabríos ni
de novillos, sino con su propia sangre, consiguiendo una redención eterna”
Hebreos, 9 –
Asi que ya el Sacerdocio Aarónico dio (como dijimos) paso al Sacerdocio de Cristo y
el Templo paso de Jerusalén al cielo. Nuestra Adoración no sube al Cielo, baja del
Cielo pues Cristo es nuestro Sumo Sacerdote que ministra con su Sangre delante
del Padre. POR LO TANTO, ESTE TEMPLO CESTIAL NO PUEDE SER PROFANADO
JAMAS.
Entonces que pasa con las palabras de Jesús sobre la “profancion”….es que hay
otro templo?? SI LO HAY.
¿Además del Santuario Celestial que otro templo hay? Nosotros (sobre todo
últimamente) llamamos a nuestros lugares de Culto “Templos”, pero en realidad el
Nombre que se le debe dar es Iglesia
La palabra Ekklesia se encuentra con mayor frecuencia en los escritos del apóstol
Pablo. Las raíces de la palabra son muy amplias, así que, sin entrar en mucho
detalle, pudiéramos decir que está compuesta por una preposición griega que
significa “fuera de” y un verbo que significa “llamar”. La definición más genérica
sería más o menos así, “una reunión de ciudadanos llamados fuera de sus hogares
en algún lugar público.” Es decir, una asamblea. San Pablo llama a la Iglesia “casa
del Dios viviente”. No es el edificio los que nos da el nombre La, somos nosotros
los que le damos el nombre al edificio.
Pero aun hay otro templo y San Pablo nos dice cual es en 1 Corintios 6 ¿O no
sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, que está en vosotros, el
cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? Nosotros somos el Templo del Espíritu
Santo que nos santifica y es nuestro templo el que va a ser profanado con una
doctrina y un ídolo falso que ocupara en nosotros el lugar del Dios Vivo.
¿¿Y del Anticristo que?? Sera un Papa? Sera un judío de la Tribu de Dan como
dicen algunos? Mas ciencia ficción, El término “anticristo” procede del griego αντὶ- (antì-,
«sustituto, opuesto») y χριστός (khristós, «ungido, mesías, Cristo»), con el significado literal de
“aquel que sustituye o se opone a Cristo”.
No debemos darle un origen geográfico, sino espiritual. El anticristo, según el apóstol Juan, salió de la misma
iglesia del Señor. San Juan los identifica como «supuestos hermanos.» En 1 Juan 2:18-19, dice, «…Hijitos, ya
es el último tiempo; y según vosotros oísteis que el anticristo viene, así ahora han surgido muchos anticristos;
por esto conocemos que es el último tiempo. Salieron de nosotros, pero no eran de nosotros; porque si
hubiesen sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros; pero salieron para que se manifestase que no
todos son de nosotros.». San Juan dice que las personas identificadas como el anticristo, «salieron de nosotros
«; es decir, de la iglesia del Señor, de entre los cristianos. El anticristo hace referencia a supuestos hermanos
que no «permanecieron» en la verdad. Su infidelidad los llevó a formar parte del cuerpo colectivo conocido
como «el anticristo.»
En la 1 Juan 2:22, dice, «…¿Quién es el mentiroso, sino el que niega que Jesús es el Cristo? Este es anticristo,
el que niega al Padre y al Hijo…» Este texto dice que tales personas «niegan» a Cristo; sin embargo, esto no
debe confundirnos y pensar que ellos son «ateos.» El hecho de que «nieguen» que Jesús es el Cristo, eso no
quiere decir que sean «ateos.»
En Judas 3 y 4, tenemos una referencia similar, «…Amados, por la gran solicitud que tenía de escribiros
acerca de nuestra común salvación, me ha sido necesario escribiros exhortándoos que contendáis
ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos. Porque algunos hombres han entrado
encubiertamente, los que desde antes habían sido destinados para esta condenación, hombres impíos, que
convierten en libertinaje la gracia de nuestro Dios, y niegan a Dios el único soberano, y a nuestro Señor
Jesucristo…»
El apóstol San Pablo aplicó el término «negar», haciendo referencia a que predicaban otra doctrina, «…Porque
hay aún muchos contumaces, habladores de vanidades y engañadores, mayormente los de la circuncisión, a
los cuales es preciso tapar la boca; que trastornan casas enteras, enseñando por ganancia deshonesta lo que
no conviene. Uno de ellos, su propio profeta, dijo: Los cretenses, siempre mentirosos, malas bestias, glotones
ociosos. Este testimonio es verdadero; por tanto, repréndelos duramente, para que sean sanos en la fe, no
atendiendo a fábulas judaicas, ni a mandamientos de hombres que se apartan de la verdad. Todas las cosas
son puras para los puros, más para los corrompidos e incrédulos nada les es puro; pues hasta su mente y su
conciencia están corrompidas. Profesan conocer a Dios, pero con los hechos lo niegan, siendo abominables y
rebeldes, reprobados en cuanto a toda buena obra.» (Tito 1:10-16)
También el apóstol San Pedro, dice, «…Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre
vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente herejías destructoras, y aun negarán al Señor que
los rescató, atrayendo sobre sí mismos destrucción repentina. Y muchos seguirán sus disoluciones, por causa
de los cuales el camino de la verdad será blasfemado…» (2 Pedro 2:1-2)
.
Como vemos, el hecho de que aquellas personas identificas como «el anticristo», «nieguen» que Jesús es el
Cristo, no quiere decir que son ateos. Ellos salieron de la iglesia, eran supuestos cristianos, pero con su falsa
doctrina, salieron de la iglesia y negaron a Cristo. Asi que entendiendo a San Juan y a San Pablo podemos
decir que el Anticristo será un grupo que producirá un líder o un líder que producirá un grupo donde
proclamaran que Jesús fue un falso “cristo” o un “Cristo pasado” y ahora es la hora de que llegue el verdadero
“cristo” o avatar.
.
- El Anticristo se hará pasar por Cristo, luchando contra Él
- El Anticristo tergiversará las enseñanzas de los Evangelios a través de su nueva doctrina.
- El Anticristo negará la divinidad de Cristo, negará que Jesús fue el Hijo de Dios.
- El Anticristo tendrá que dominar la tierra antes de manifestar su misión
- Para unificar la Tierra se necesita una sola religión que una absolutamente todas las demás
- Para unificar la Tierra le hace falta un dominio y poder de control universal.
Por lo que si el Anticristo es: - Católico, no lo seguirán los Protestantes, ni las sectas, ni los judíos, ni los musulmanes, ni los
budistas, etc - Protestante, no lo seguirán los Católico, lo seguirán los Protestantes, ni los judíos, ni los
musulmanes, ni los budistas, etc. - judío, no lo seguirán los Católico, ni los Protestantes, ni las sectas, ni los musulmanes, ni los
budistas, etc. - musulmán, no lo seguirían los Católico, ni los Protestantes, ni las sectas, ni los judíos, ni los
budistas, etc.
Debe tener primero la religión, el poder y la economía mundial como plataforma. Para este plan
tiene que vencer dos grandes obstáculos, la Iglesia y esta nación (EE. UU.) y ya ambas han sido
infiltradas. Según la Iglesia pierda poder sobre el mundo el Katejon se ira levantado y dará
espacio a la abominación. Muchos no se han dado cuenta pero yo lo vengo observando desde la
década del 90 cuando estudie a profundidad la Nueva Era y vi que proponía un cambio de
paradigma y note como este movimiento predicaba que la nueva era que venia era una era
“femenina” porque la anterior había sido masculina, lo anote bien como signo a ver si se
cumplía y 20 0 25 años después lo he visto totalmente realizado a todos los niveles donde no se
esta destruyendo la masculinidad como motor de producción, de política, etc. sino que se esta
traspasando a las mujeres que no por eso se vuelven mas femeninas, todo lo contrario. Esto no
tiene que ver nada con reivindicaciones políticas, salariales, discriminatorias, etc. Estamos
hablando a nivel espiritual. No sé a dónde vamos, pero veo que este es el camino que hay que
observar, este cambio de era que es más que cristales de cuarzo, horóscopos y vitaminas, sino
algo mas siniestro y programado, la sustitución del cristianismo como modelo de vida y valores.
El que tenga oído para oír, que oiga y para que el que no, paz+
Nota adicional:
El sacerdote y teólogo jesuita Manuel Lacunza en su monumental obra sobre el fin de los tiempos,
descarta que el anticristo pueda identificarse con un único individuo y afirma que se trata de “un
cuerpo moral anticristiano, compuesto de muchos individuos”. Su característica principal: “el
carácter y distintivo propio de este cuerpo moral, no puede ser otro que solvere Jesum, active, vel
pasive: no puede ser otro que el odio formal á Jesús: el oponerse á Jesús: perseguir á Jesús:
procurar destruirlo, ó desterrarlo del mundo, borrando del todo su nombre y su memoria.”
El Cardenal Newman, en su obra Cuatro Sermones sobre el Anticristo afirma que “fue tradición
universal en la Iglesia antigua que el Anticristo será un hombre individual, no un poder ni un mero
espíritu ético o sistema político”. Citando a San Jerónimo agrega: “lo que hemos recibido de todos
los escritores eclesiásticos: esto es que al al fin del mundo, cuando el Imperio Romano sea
destruido, habrá diez reyes quienes se dividirán entre ellos el territorio romano y que surgirá un
undécimo pequeño rey, quien prevalecerá sobre tres de los diez. Luego recibirá la sumisión de los
otros siete”.
El Cardenal Henry Edward Manning afirma: “La primera gran Revolución Francesa fue la
inauguración del reino del Anticristo, de la negación de la fe cristiana, de la ruina del orden cristiano,
de la subversión de la autoridad de la Iglesia de Dios (tanto en la vida pública como en la privada) y
desde ese día hasta hoy los principios de la turbulencia y la apostasía han azotado y atormentado a
los reinos. (…) Sea que la Iglesia sea revestida con poder temporal o no; mientras el mundo sea
cristiano, el mundo creerá en Jesucristo y en Su Vicario. Mientras crea que tiene un Vicario en la
tierra, ningún rey príncipe o soberano se atreverá a reclamarlo como sujeto.”
León XIII, en su encíclica Humanum Genus de fines del siglo XIX, no se refiere explícitamente al
anticristo, pero condena a la Masonería, por su moral “naturalista”, que niega “un fin último del
hombre, muy superior a todas las realidades humanas y colocado más allá de esta transitoria vida
terrena”. Acusa a los masones de: “Querer destruir la religión y la Iglesia, fundada y conservada
perpetuamente por el mismo Dios, y resucitar, después de dieciocho siglos, la moral y la doctrina
del paganismo”.
San Pio X, en su primer encíclica E Supremi del año 1903, afirma: “¡Tal es, en verdad, la audacia y
la ira empleadas en todas partes en la persecución de la religión, en la lucha contra los dogmas de
la fe, en un esfuerzo descarado por desarraigar y destruir todas las relaciones entre el hombre y la
Divinidad! Mientras, por otro lado, y esto según el mismo apóstol es la marca distintiva del
Anticristo, el hombre se ha puesto con infinita temeridad en el lugar de Dios, elevándose sobre todo
lo que se llama Dios; de tal manera que, aunque no puede extinguir completamente en sí mismo
todo conocimiento de Dios, ha contemplado la majestad de Dios y, por así decirlo, hizo del universo
un templo en el que él mismo debe ser adorado. “Se sienta en el templo de Dios, mostrándose
como si fuera Dios” (II. Tes. Ii., 2).
Pio XI, en su encíclica de 1937 contra el régimen nazi, parece definir al anticristo sin usar
expresamente el término: “En consecuencia, aquel que con sacrílego desconocimiento de la
diferencia esencial entre Dios y la criatura, entre el Hombre-Dios y el simple hombre, osase poner al
nivel de Cristo, o peor aún, sobre El o contra El, a un simple mortal, aunque fuese el más grande de
todos los tiempos, sepa que es un profeta de fantasías a quien se aplica espantosamente la palabra
de la Escritura: El que mora en los cielos se burla de ellos (Sal 2,4).” (Nro. 20).
Pio XII en su encíclica de octubre de 1939, afirmaba: “Mientras os escribimos, venerables
hermanos, esta nuestra primera encíclica nos parece, por muchas causas, que una hora de
tinieblas (Lc 22,53) está cayendo sobre la humanidad, hora en que las tormentas de una violenta
discordia derraman la copa sangrienta de innumerables dolores y lutos.” (Summi Pontificatus, Nro.
73).