QUE DIOS LO SEPA, NOS OBLIGA A HACERLO??
La Doctrina de la predestinación no es Doctrina católica y los que leen a San Agustín o a
Santo Tomas sin discernimiento, ignorancia o con prejuicio no los pueden entender. Ellos
no hablan de la Predestinación según el falso concepto calvinista de que nacemos ya
predeterminados a ser salvos o condenados, eso es un horror de quien desconoce la
misericordia de Dios. Ellos hablan de la Predestinacion que nos dice san Pablo que es para
salvacion. Todos estamos presdestinados a la Gloria.
Cuando San Agustín y Santo Tomas hablan de la predestinación lo hacen bajo el concepto
de que como Dios no vive en el concepto de tiempo humano (pasado, presente y futuro) y
dado que Dios vive en un eterno presente donde se encaja nuestro pasado y nuestro
futuro, El sabe quien es salvo y quien es condenado
Lo sabe no porque Él lo imponga, lo sabe por su omnisciencia absoluta. Saberlo no es
predeterminarlo. ¿Porque si lo sabe no hace algo para pararnos? ¿¿No hace nada?? ¿Y
mando a su Hijo a morir en la Cruz por nosotros? Ahora si lo que piensas es que, porque
Dios no nos hace a todos buenos, te diré que Dios es espíritu puramente libre, en el no hay
nada de esclavitud, por lo tanto, él no nos puede hacer “esclavo de su libertad “y nos deja
en total capacidad de escoger (como dejo a Adán y Eva) Saberlo, no predestina.
Pero me pudieras decir, la Palabra indica que hay personas son escogidas por Dios para
Sus propósitos. Por ejemplos el Rey David, los Levitas como los sacerdotes de Dios,
Abraham, y la tribu de Judá,etc Eso es otra cosa, eso no es el concepto de
“Predestinacion” de Calvino.
Veamos, el Nuevo Testamento dice que Dios ha elegido o escogido personas para la
salvación. Jesús usó la palabra Griega ” eklektos” para referirse a aquellos que eran
escogidos por Dios para su obra. Jesús indicó que Él escogió a los apóstoles para la obra
de Dios y que no fue la propia elección de ellos. Esta es la sana predestinacion,l que yo no
lo escogi a El, El me escogio a mi!
San Pablo también usa el término “elegido” para describir a aquellos que siguen a
Jesucristo, San Pablo nos dice que nosotros fuimos escogidos “antes de la fundación del
mundo”, lo cual es reafirmado por San Juan en el libro del Apocalipsis. San Pablo también
nos dice que fuimos predestinados por Dios para seguir a Jesucristo. Además, las buenas
obras fueron preparadas para nosotros para “que pudiésemos andar en ellas”. Jesús indicó
que Él había escogido a San Pablo como ministro del evangelio. Santiago indica ese Dios
ha escogido a la gente pobre del mundo para la salvación.
Ahora bien, como dije, son Personas escogidas para cumplir los propósitos de Dios.
Aun en el caso extremo de Judas, “alguien iba a traicionar a Jesus pero ese “alguien” no
tenia nombre, podia haber sido cualquiera de los Doce,pero fue el de peor condicion entre
todos el que decidio hacerlo.
La Palabra es clara: “Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios;
porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie” (Santiago 1:13).
La doctrina errónea expuesta por Lutero y por Calvino en su Institución cristiana, dice que,
así como algunos están predestinados para el cielo, otros lo están para el infierno del que
no escaparán jamás. Es la tesis de la “doble predestinación”: la una para el cielo, que es
cierta, a condición de que no se la entienda como Lutero y Calvino (para los cuales, como
hemos visto, la buena acción viene únicamente de Dios y no de Dios a través del hombre);
la otra para el infierno.
Como facilmente se puede ver hay un doble error: se falsea la predestinación para el cielo
y se introduce esa noción de la predestinación para el infierno que es la peor de todas las
aberraciones del amor de Dios.
De acuerdo con el Catecismo de la Iglesia Católica:
“Para Dios todos los momentos del tiempo están presentes en su actualidad. Por tanto,
establece su designio eterno de “predestinación” incluyendo en él la respuesta libre de
cada hombre a su gracia.”
La Iglesia católica rechaza la creencia de “doble predestinación” de Calvino afirmando que
“Dios no predestina a nadie a ir al infierno; para que eso suceda es necesaria una aversión
voluntaria a Dios (un pecado mortal), y persistir en él hasta el final”.
La Iglesia Católica, fiel al mensaje de Cristo, no niega la doctrina de la predestinación, sino
que nos la recuerda constantemente. San Pablo, en la primera carta a los Efesios, nos
habla del “designio benevolente” (Efesios 1,9) que concibió Dios para nosotros antes de la
creación del mundo, “predestinándonos a la adopción filial en él” (Efesios 1, 4-5) Esta
predestinación, entonces, consiste en que Dios nos ha designado para ser felices a su
lado. Nos ha creado para salvarnos, para la vida eterna, para el amor que no tiene fin…